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Primer cargamento marítimo que cumple esa ruta en 50 años

Zarpó de Miami hacia La Habana embarcación con ayuda humanitaria
 
Periódico La Jornada
Jueves 12 de julio de 2012, p. 31

Miami, 11 de julio. Un barco cargado con ayuda humanitaria partió hoy desde esta ciudad estadunidens hacia La Habana, la capital cubana, convirtiéndose en el primer cargamento marítimo que cumple esta ruta en más de 50 años.

“El Ana Cecilia partió con envíos de carácter humanitario y nos aseguramos de que no iba nada para comercializar en Cuba”, declaró Leonardo Sánchez-Adega, vocero de International Port Corp, empresa que pretende atender la demanda de grupos religiosos y civiles, así como de instituciones caritativas autorizadas a enviar cargamentos humanitarios a la isla. También tenemos como clientes a familiares de personas en Cuba, aclaró Sánchez-Adega.

Esta no es la primera compañía de Florida que ofrece este servicio a la isla, pero será la primera en muchas décadas que ofrezca un envío semanal regular desde Miami, abundó.

La nave, que zarpó del río Miami con 10 tripulantes abordo, tiene capacidad para transportar 16 contenedores en sus poco más de 91 metros de largo.

La respuesta de la comunidad ha sido sumamente positiva y demuestra mucho interés por el servicios que vamos a realizar, dijo Sánchez-Adega.

Está previsto que estos barcos salgan todos los miércoles en la mañana para llegar a La Habana los jueves en la noche: Allá, los tripulantes descargan todo sin bajarse y se regresa el barco vacío a Miami, explicó.

La compañía –recalcó– cumple todas las regulaciones sobre el embargo comercial a Cuba y cuenta con las licencias de la Oficina de Control de Activos Extranjeros y del Departamento de Comercio de Estados Unidos.

Desde que Obama asumió la presidencia, las estrictas leyes respecto a Cuba, endurecidas por su predecesor republicano, George W. Bush, se han relajado levemente.

A principios de 2009 liberó los viajes y envío de remesas de cubano-estadunidenses a la isla, y facilitó los viajes a Cuba de grupos religiosos y académicos, entre otros.

Estas medidas no han sentado nada bien a los políticos republicanos, pero tampoco a demócratas de origen cubano que ocupan escaños en el Congreso y que han protestado fuertemente contra ellas.