Los jueces federales no permitirán regresiones que atenten contra los derechos humanos, afirmó Juan Silva Meza, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).

Al inaugurar el seminario Primer aniversario de las reformas constitucionales de amparo y derechos humanos. Acciones emprendidas y su impacto en la labor jurisdiccional, el ministro afirmó ante representantes de organismos internacionales que con justo equilibrio, con prudente ponderación, no permitiremos regresiones que atenten contra la mejor defensa de los derechos de las personas. Ese es nuestro objetivo principal y lo seguirá siendo.

Señaló que como nunca antes, los juzgadores debemos asumirnos como defensores de los derechos de las personas; más que como defensores de los intereses de las autoridades y sus políticas públicas aunque, siempre, en un sano equilibrio.

En tanto, Jesús Peña Palacios, representante adjunto para la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, refirió que la protección judicial de los derechos humanos es sin duda la principal garantía para salvaguardar la dignidad humana, de tal magnitud es el reto que tienen las autoridades judiciales.

Añadió que con las reformas como la realizada a la Ley de Amparo se ha ampliado y fortalecido el reconocimiento de los derechos humanos en México. De esta manera no sólo se asume que los derechos humanos deben ser asumidos y conocidos, sino garantizados, y es en esta función de garantía donde el Poder Judicial está llamado a jugar un papel fundamental e insustituible, siendo el baluarte de la protección y definición judicial del contenido de los derechos humanos reconocidos nacional e internacionalmente.

Pablo Saavedra Alessandri, secretario de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señaló que en México, con el llamado control de la convencionalidad y el impacto que tuvo la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el caso Rosendo Radilla, se ha llegado al punto donde transitan el derecho nacional e internacional, que tienen un diferente origen, pero un mismo objetivo que es la justicia.

Agregó que para ese organismo internacional, en México creemos que las sentencias de la CIDH han tenido uno de los impactos más importantes de la región, y es precisamente por conducto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del control de constitucionalidad que a la larga permite la interacción entre el derecho nacional e internacional con un mismo fin que es la obtención de justicia, y el control de convencionalidad es un efectivo mecanismo para prevenir violaciones a los derechos humanos.

Con la instrumentación de las reformas en materia de derechos humanos y de amparo se ha dado un paso importantísimo en la región, y especialmente en México, que es un ejemplo para muchas jurisdicciones marginales, concluyó Pablo Saavedra Alessandri.