El presidente Felipe Calderón Hinojosa se mostró muy agradecido con Dios, mi familia y mi patria por haber podido servir al país, y aunque nos han tocado tiempos difíciles, se puede hablar de buenos resultados del sexenio, en particular por la inversión en infraestructura, afirmó.

Al encabezar la ceremonia conmemorativa del Día Nacional del Ingeniero, admitió que no podía decir que está satisfecho, porque en un país con tantos problemas, quizá, no pueda decirse eso.

Sin embargo, tengo la tranquilidad de conciencia de haber actuado al límite de mis capacidades y limitaciones para impulsar el desarrollo de la infraestructura, la construcción de carreteras, puentes, presas, obras de gran envergadura que representaron un aumento de la inversión de 4 a 6 por ciento del producto interno bruto (PIB) en el sexenio, afirmó.

Luego, en una especie de despedida ante el próximo fin de su administración, Calderón señaló que durante estos años y aunque nos ha costado mucho, México cambió para bien con las acciones emprendidas en materia de seguridad, competitividad, medio ambiente y salud, entre otros.

Gracias

Ante lo que nos tocó vivir por la recesión económica, la bestialidad, la brutalidad de los criminales, la influenza, los desastres naturales, las sequías e inundaciones, el gobierno habría podido justificarse por la falta de resultados. En cambio, este gobierno puede decir aun con todo lo que nos tocó vivir, vean, por favor, los resultados, dijo.

Ha sido una experiencia interesante, me siento muy agradecido con Dios, con mi familia, con mi Patria, que me hayan permitido servirle al país en este rubro, servirle en estos años.

Previo a la participación de Calderón, la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros, encabezada por Carlos Morales Gil y que ayer celebró su 60 aniversario, le entregó al mandatario un reconocimiento al impulso de la infraestructura.

Ya en su discurso, el michoacano resaltó que desde la elaboración del plan nacional de desarrollo se planteó la finalidad2 de invertir en este sector, convencidos de que cuando los países apuestan por la infraestructura atraen inversiones y aceleran su crecimiento.

Por eso, explicó, la crisis mundial, si bien impactó en la economía nacional, por esta política económica México pudo mitigar los efectos sobre la población y salir más rápidamente del problema.

De hecho, la inversión que se realiza en este sector, coloca al país muy por arriba del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 3.3 por ciento.

Enseguida hizo un recuento de varias de las obras, en particular los casi 21 mil kilómetros de carreteras construidas o modernizadas, el doble de lo construido en la administración de Vicente Fox.

De hecho, apuntó, es más que lo realizado por los dos gobiernos anteriores juntos.

También mencionó la construcción de presas, puentes y la planta de tratamiento de aguas residuales más grande del país, que se construye en el municipio de Atotonilco de Tula, Hidalgo, así como los túneles de La Compañía y el Emisor Oriente. Éstas y otras obras, apuntó, contribuyen a la construcción de una nación fuerte, segura, competitiva, próspera y más democrática.