Opinión
Ver día anteriorSábado 7 de julio de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Poder adquisitivo a la baja

Compra del voto: bara, bara

Los sorianos: ciegos y sordos

S

i escuálidos resultan los grandes logros calderonistas en lo que se refiere a generación de empleos en el sector formal de la economía, los relativos al poder adquisitivo son aún más raquíticos. Por ejemplo, si se atiende la estadística de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, el mini ingreso real en este 2012 de elecciones limpias y equitativas no alcanza los 10 pesos diarios, por mucho que nominalmente tal indicador sobrepase las 60 unidades por jornada laboral. Así es: descontada la inflación, el valor real del salario mínimo ni siquiera alcanza para comprar un kilogramo de tortilla, cuyo precio, a lo largo del presente sexenio, se ha multiplicado por dos.

A la escasez y creciente precariedad de empleo formal debe añadirse los bajos salarios y la pérdida del poder adquisitivo, el cual no sólo se observa en el mini ingreso (cuyo nivel es totalmente anticonstitucional) sino que afecta a los sectores profesionales, algo diametralmente opuesto a lo que sucede a la hora de analizar el veloz avance de las utilidades del capital. Del mapa político-económico del país se borró cualquier intento de equilibrio entre lo que se llamó factores de la producción. Cuarenta años atrás, la relación entre trabajo y capital se aproximaba a 45-55 por ciento, tajadas que pretendían llevar las cosas medianamente en paz. A estas alturas, tras cinco gobierno neoliberales al hilo, la nivelada distribución es cercana a 29-71 por ciento.

Tres décadas al hilo de gobierno neoliberales han tenido rotundos resultados, aunque desde luego no favorables para el grueso de los mexicanos: mayor concentración del ingreso y la riqueza (a niveles monárquicos), desplome del nivel de bienestar a la mayoría, escaso y precario empleo formal, crecimiento a paso veloz de la informalidad y caída en vertical del poder adquisitivo. Es cuestión de hacer números. Por ejemplo, aquellos mexicanos que aceptaron vender su voto al partido tricolor a cambio de mil pesos (en efectivo o monedero electrónico de Soriana, les hayan cumplido o no) obtuvieron el equivalente a cerca de quince días de salario mínimo nominal. Si la compra de ese mismo voto se hubiera registrado en Estados Unidos, tomado como base el salario mínimo vigente en el vecino del norte, los mercaderes del sufragio hubieran obtenido veintidós veces más.

Escaso empleo formal, raquítico salario y desplome del poder adquisitivo no es precisamente una mezcla socialmente atractiva, a menos de que los promotores de esa fórmula estén en busca de un estallido. En vía de mientras, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados reitera que los principales indicadores económicos del país siguen sin recuperar los niveles que observaba antes de la crisis; lo mismo ocurre con el salario base de cotización al Instituto Mexicano del Seguro Social, el cual acumula una pérdida real de 0.8 por ciento respecto a su registro de 2008. Lo anterior se desarrolla en un contexto internacional en el que persiste la incertidumbre sobre el rumbo que tomará la crisis de deuda en Europa y en el que se está dando una desaceleración del ritmo de crecimiento, tanto de Estados Unidos como de las principales economías emergentes; sucesos que ya han afectado a la dinámica de nuestras exportaciones y que pueden continuar restando impulso a nuestra economía.

Los salarios que ganan los trabajadores del sector formal siguen creciendo a un ritmo lento, apunta el CEFP. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, el salario básico de cotización promedio en mayo se ubicó en 261.2 pesos al día, o bien, 7 mil 836 pesos al mes (nominales). De esta manera, al comparar con el año anterior, el salario real (descontando la inflación) creció en sólo 32 pesos mensuales, lo que equivale a un crecimiento anual de 0.43 por ciento, o si se prefiere 2.67 pesos por mes.

Además, a pesar de que el salario básico de cotización acumula dieciséis meses de incrementos, aún no ha logrado recuperar el poder de compra que tenía antes de la crisis. Comparando mayo de 2012 con mayo de 2008 (antes de la crisis), el salario básico acumula una pérdida real de 0.8 por ciento, es decir, se trata de un ingreso inferior en 62.2 pesos mensuales. Por otro lado, en la última década (de mayo de 2002 al mismo mes de 2012) el salario base de cotización real ha crecido en promedio sólo 0.7 por ciento anual. Como ya se ha mencionado en otros boletines, el CEFP considera que el bajo crecimiento de los salarios pareciera sugerir que el actual modelo económico ha basado su competitividad en una mano de obra barata. No obstante, en el actual escenario de desaceleración del sector externo, el bajo crecimiento en los salarios también limita el desempeño del mercado interno, por lo que el crecimiento económico del país podría tener importantes riesgos a la baja.

La situación en el vecino del norte tampoco ayuda, pues la creciente dependencia de la economía mexicana de la estadunidense incluye empleos, salarios y poder adquisitivo. Sbre el particular, el CEFP señala que en aquel país las solicitudes iniciales del seguro de desempleo continúan en un nivel elevado. Durante la semana que terminó el 23 de junio, éstas se ubicaron en 386 mil, para una disminución de 6 mil respecto de la semana previa. Sin embargo, las solicitudes de la semana anterior fueron revisadas al alza, al pasar de 387 mil a 392 mil (la más alta de 2012). La cifra anterior estuvo en línea con lo esperado por el mercado que se estimaba fuera de 385 mil solicitudes iniciales. Por su parte, usando el promedio móvil de cuatro semanas (indicador más estable), las solicitudes fueron de 386 mil 750, setecientos cincuenta por arriba del promedio anterior.

Asimismo, en la semana que terminó el 16 de junio(última información disponible), el número de personas cubiertas por el seguro de desempleo estatal (sin subsidios federales) fue de 3 millones 296 mil, 15 mil por debajo de lo presentado en la semana previa. Los datos anteriores reflejan una nula mejoría semanal y parecen confirmar que la nómina no agrícola del mes de junio será decepcionante. Por esta razón, es previsible que la tasa de desempleo tampoco muestre una recuperación, e incluso podría retroceder. Así lo ha estimado también la Reserva Federal, al proyectar que la tasa de desempleo se ubicará entre 8.0 y 8.2 en 2012, 0.2 puntos porcentuales por arriba de la estimación hecha en abril pasado.

Las rebanadas del pastel

Mientras los sorianos –tricolores y autoridades electorales– siguen ciegos y sordos, crece el número de pruebas que documentan la descarada cuan masiva compra de votos.

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