Pese a que el universo de contribuyentes aumentó 55 por ciento en lo que va de la presente administración, se redujo el número de personas que declaran sus obligaciones fiscales, revelan informes oficiales.

Entre 2007, primer año de gestión de la actual administración y el cierre de 2011, el número de contribuyentes que realizaron su declaración del impuesto al valor agregado (IVA) disminuyó en poco más de 200 mil personas y los contribuyentes que declararon el impuesto sobre la renta (ISR) descendió en el mismo lapso en 336 mil personas.

Entre 2007 y 2011 el número de personas que presentaron su declaración del ISR disminuyó de un millón 913 mil 333 personas a un millón 577 mil 305 personas, según revelan los reportes gubernamentales.

De acuerdo con los anexos del Análisis del informe de avances de gestión financiera 2011, se estima además, que la evasión fiscal asciende a 4.7 puntos del producto interno bruto (PIB), que a valor actual equivale a unos 681 mil millones de pesos.

Según los reportes oficiales se reconoce que ha sido limitado el efecto en los ingresos tributarios derivado de las modificaciones realizadas al sistema impositivo, especialmente en el IVA y el ISR, ya que en 2011 la participación de éstos en el total de los ingresos tributarios no petroleros es menor a la que tenían en 2007.

Explica que en relación con el IVA, el número de contribuyentes que realizaron su declaración en el primer semestre de 2007 a 2011 disminuyó en poca más de 200 mil personas, situación que se ha visto influida por el traslado de personas físicas y morales del mercado formal al informal, al cual se han sumado un millón 744 mil 33 personas entre 2007 y 2011.

Los índices estratégicos de ocupación y empleo, publicados por el Instituto Nacional de Geografía e Informática (Inegi) precisan que en 2007 laboraban en el mercado informal 11 millones 641 mil 641 personas, que se incrementaron a 13 millones 385 mil 674 personas en 2011.

Por otra parte, del análisis realizado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el órgano fiscalizador de la Cámara de Diputados detalla que entre los ingresos tributarios y la recaudación del IVA y del ISR con el universo de contribuyentes, se observa una gran disminución.

Por ejemplo, por cada contribuyente que existe en el padrón fiscal, la recaudación de ingresos tributarios por causante cautivo ha disminuido de 23 mil 600 pesos en 2007 a 18 mil 900 pesos en 2011. En particular, el IVA pasó de 9 mil 300 a 7 mil 300 pesos en promedio de recaudación y en el ISR se redujo de 12 mil 200 en promedio a 10 mil 500 pesos en el lapso de referencia (2007-2011).

La explicación oficial es que entre las causas destaca el deterioro en la percepción salarial de las personas que obligó a que alrededor de 800 mil causantes redujeron sus percepciones de más de cinco salarios mínimos a menos ingresos y otras migraron del mercado formal a la economía informal, con los consecuentes mayores costos para fiscalizar a este segmento. En particular, los impuestos enterados al SAT en el IVA pasó de un promedio de 9 mil 300 a 7 mil 300 pesos y en el ISR se redujo de 12 mil 200 a 10 mil 500 pesos entre 2007 y 2011.

Lo anterior contrasta con los resultados de los Informes sobre los indicadores y variables relativos al IVA e ISR, al primer semestre de 2007 y de 2011, en los que se observa que el universo de contribuyentes creció de 22 millones 632 mil 583 personas en 2007 a 35 millones 105 mil 933 en 2011, lo que significó un crecimiento en la base gravable de personas físicas y morales de 55 por ciento en lo que va del sexenio.

En cuanto a la evasión fiscal del ISR, el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 2008-2012 estima que en 2004 se ubicó en 1.9 por ciento del producto interno bruto (PIB), esto es unos 162 mil 921.6 millones de pesos. En este sentido, si se supone que tal proporción no varió para 2009, y este último año (2011) la evasión fiscal en el IVA y el ISR se podría estimar en alrededor de 4.7 por ciento del PIB, equivalente a precios actuales a unos 681 mil millones de pesos. Esto sin contabilizar los regímenes especiales ni los créditos fiscales que ahondarían aun más el hoyo en las finanzas públicas.