El grupo de son tradicional Los Rogacianos tocó para cuatro presidentes de México: Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo, distinción que merecieron por su calidad interpretativa, que era del dominio público a principios de los años 60.

Por esos años ya tenían trayectoria, se presentaban en los programas de televisión más importantes y sonaban en la radio. Los tiempos han cambiado y no nos va como antes, pero seguimos adelante, expresó Adelfo Hernández, uno de los fundadores del conjunto que hoy domingo hará sentir su arte en el Museo Nacional de Culturas Populares de Coyoacán, a partir de las 17 horas (avenida Hidalgo 289, Coyoacán).

Música alrededor

Adelfo solo tiene recuerdos que lo vinculan con la música, con la cual creció rodeado en su casa. Como músico tengo más de 50 años. En mi casa no había más que música, pues mi papá, Teófilo, tocaba varios instrumentos; fue coronel y nos enseñó los principios musicales. Dicen que era de Atotonilco el Grande, en Jalisco. Cuando uno tiene al ser querido cerca no le pregunta algunas cosas que con el tiempo son importantes. Se va y nunca se supo de dónde realmente era.

Hoy tocarán las canciones de su nuevo disco, Las 4 Huastecas (Ediciones Pentagrama), la producción 20 de su trayectoria, iniciada en 1956. La formación original de Los Rogacianos estuvo integrada por Celso, Jesús y Adelfo quienes ganaron un concurso radiofónico. Posteriormente, Anselmo, el mayor de los hermanos, al ver la calidad del trío se unió a él para formar el conjunto de Los Hermanos Hernández. Años después cambiaron el nombre a Conjunto Miramar para finalmente, dar vida al grupo Los Rogacianos, consolidando así su carrera artística de más de 50 años.

En televisión participaron con Paco Malgesto y en programas como Un canto de México; Siempre en domingo; Estelares Madero; Noche a noche; México, magia y encuentro; El club del hogar; El estudio de Lola Beltrán; En vivo con Ricardo Rocha; Música de mi tierra, e Historia de un cantar, por mencionar algunos.

Su discografía se incia en 1969, con la marca Campey, producción que por su calidad fue adquirida por la CBS (hoy Sony Music), para continuar en Discos Rex, donde grabaron música ranchera, huasteca y jarocha: Picardía huasteca y Homenaje a Joaquín Pardavé. En RCA Víctor grabaron Un canto de México; en Discos Yuriko, ocho LP, producciones que actualmente se consiguen en disco compacto.

Actualmente Los Rogacianos está integrado por Anselmo, Celso, Jesús y Adelfo Hernández Hernández, originarios de Atecoxco, municipio de Tianquistengo, Hidalgo. Su versatilidad los lleva a interpretar música ranchera, romántrica y jarocha.

Adelfo dice que su finalidad es seguir tocando la música que les enseñó su padre. “Un huapango es un género adoptado en varios estados de la República, producto de varias tonadas provenientes de Europa. En el caso de las huastecas, cada quien las adaptó a su estilo... “pensar que yo aprendí a fuerza cuando era niño, porque la música no me gustaba y lo que yo quería era solamente jugar y andar con los amiguillos. Mi padre era enemigo de todo lo relacionado con el juego. Nos decía ‘ahí está la guitarra’.

Aprendí música por obligación, sobre todo la jarana huasteca. Pasado esto, con el gusto se vuelve vicio. Decidimos venir a la ciudad de México, primero mis hermanos mayores y luego los más pequeños, pero no fue fácil. Cada quien consiguió diversos trabajos y se colocó en varios grupos. Yo fui el último en venir, cuando tenía 10 años.

Grabaciones diversas

Adelfo nació en 1940 y la capital del país en los años 50 era tierra de oportunidades. “Mis hermanos tocaban los fines de semana en donde podían y Anselmo fue quien más luchó para seguir en la música. Nos impusimos la obligación de que cada uno tocara varios instrumentos para dar el sabor que requería cada canción. Eso permitió que grabáramos romántica, ranchera y son. Grabamos las canciones románticas de Joaquín Pardavé, en un disco que está vigente.

También grabamos música jarocha y la que se llama de picardía huasteca. Un intérprete, si lo es, no puede decir que le gusta más una música que otra, porque realmente le debe gustar toda. A nosotros nos jala más la nuestra tradicional, porque partimos del pueblo con el huapango.

Finalmente, lamentó que desde finales de los 70 comenzara un declive de la música tradicional. En televisión ya no hay programas folclóricos, se acabaron, y lo que predomina es lo grupero. Se puede decir que la música tradicional se está perdiendo porque ya no se sigue la cadena de transmisión de padres a hijos. La cultura es fuerte, pero el riesgo es que quede como música de catálogo.