Economía
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Grecia vota por el euro

Desde hace tiempo pretende sellar las fronteras del país y expulsar a miles de inmigrantes

Samaras, del partido Nueva Democracia, propone un gobierno de unidad nacional

El derechista se convirtió en el candidato favorito de los organismos acreedores

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El abanderado del grupo socialista Syriza, Alexis Tsipras, reconoció que no le favoreció el votoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 18 de junio de 2012, p. 35

Atenas, 17 de junio. El conservador Antonis Samaras, nacionalista y pro europeo, se ha propuesto evitar que Grecia abandone la moneda común, tras haberse impuesto, con gran esfuerzo, en las legislativas de este domingo, según resultados parciales.

Instamos a todas las fuerzas políticas que comparten el objetivo de mantener al país en el euro a participar en un gobierno de unión nacional, afirmó el político después de conocer que su partido fue el más votado.

Marginado durante mucho tiempo por su partido, Samaras, de 61 años, consiguió imponerse a su rival izquierdista Alexis Tsipras, de 37 años, opuesto al plan de austeridad.

Pero su partido, Nueva Democracia, carece de mayoría, con el consiguiente déficit de legitimitad.

En estas condiciones, Samaras intentará formar una coalición, sin duda con los socialistas del Pasok, para gobernar un país fracturado y a las puertas de la bancarrota.

Samaras era el favorito de todos los acreedores internacionales, que dudan de la capacidad de Grecia para respetar sus compromisos. Por eso tiene el tiempo contado para fijar el rumbo y transmitir seguridad. Se presentó como el garante de la permanencia de Grecia en la zona euro, a pesar de ser partidario de renegociar el memorando, o plan de ajuste concluido con los prestamistas internacionales a cambio de un rescate de 347 mil millones de euros.

Grecia se jugaba con estas elecciones, según él, si seguía en el euro o volvía al dracma; si tenía un gobierno de coalición o se quedaba sin ejecutivo. Y eso que en junio de 2011, pese a las presiones de los acreedores, Samaras rechazó la mano tendida por el ex primer ministro, Giorgos Papandreu, y reclamó elecciones, mientras el país se sumía en la quiebra.

Batalló contra la austeridad impuesta por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de una primera inyección financiera que evitara la bancarrota al país en mayo de 2010.

Pero acabó cediendo en 2011, al ver el espectro de la suspensión de pagos. Otorgó el apoyo de su partido a un nuevo ejecutivo dirigido por el ex banquero central Lucas Papademos. Con la condición, eso sí, de que el equipo de tecnócratas cediese el poder cuanto antes.

Samaras se presenta a la vez como eurófilo y nacionalista. De 26 años, se convirtió en uno de los diputados más jóvenes del Parlamento, y en toda una promesa del partido conservador.

Ex ministro de Relaciones Exteriores, abandonó en 1992 el gobierno al abogar por posiciones nacionalistas en la disputa sobre el nombre de la vecina Macedonia, e hizo perder la mayoría a los conservadores.

Sus detractores en la derecha consideran que traicionó a los suyos y fue irresponsable frente a los desafíos geopolíticos del país.

El caso es que su decisión le costó estar arrinconado hasta 2009, cuando se hizo con la presidencia de una Nueva Democracia en crisis, a la que había vuelto cuatro años antes.

Desde entonces, Samaras no ha dejado de endurecer sus posiciones sobre los temas de seguridad y de inmigración, integrando en febrero a directivos de la extrema derecha, aunque también a una centrista.

Hay una masa de inmigrantes; son un millón y medio que no tienen trabajo, que no tienen nada que hacer, dijo, y afirmó contar con la solidaridad de Europa para controlar las fronteras y expulsar a los indeseables.

Samaras viene de una familia de escritores y empresarios ilustres. Su bisabuela, Penélope Delta, autora de éxito, se quitó la vida en 1941 para no presenciar la entrada de los tanques alemanes en Atenas.

Es licenciado en economía y ha hecho una maestría en Harvard. Está casado y es padre de dos hijos.