Sociedad y Justicia
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Crecen denuncias en esta comunidad contra el sacerdote de Villa Alta

Nos acosaba; decía que no es malo besarse, señalan 2 jóvenes de Huitzo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de junio de 2012, p. 44

Oaxaca, Oax., 5 de junio. Dos jóvenes de San Pablo Huitzo, región de Valles Centrales, denunciaron que fueron acosados sexualmente por el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, señalado por un padre de familia de haber cometido actos de pederastia en contra de su hijo, cuando sirvió como acólito durante el año 2006 en el templo parroquial de ese municipio.

Nos acosaba; decía que no tenía nada malo besarse, señalaron.

Los jóvenes, de 19 años de edad, identificados como Juan y Luis, dijeron que el presbítero –quien sustituyó temporalmente al párroco Jorge Pérez– los llevaba a un cuarto de la casa parroquial –cuando ellos tenían 13 años de edad–, donde les mostraba revistas pornográficas.

Nos metía en un cuarto, donde hay fotos de los padres que ahí han estado; hay dos camas, en la del lado izquierdo se quedaba él. Ahí nos enseñaba las revistas pornográficas, asentaron.

Explicaron que el sacerdote Silvestre Hernández les ofreció dinero a cambio de quedarse a dormir con él en la casa parroquial. Sacó una mochila grande donde tenía mucho cambio (monedas); a lo mejor eran de las limosnas. El tiempo que estuvimos intentó tocarnos las piernas.

El presbítero –anotaron– nos decía que no tiene nada malo besarse entre niños, entre hombres, que eso se hacía en el seminario.

Definieron a Silvestre Hernández como homosexual porque hacía ademanes de mujer para excitarlos sexualmente.

–¿Se acuerdan fisonómicamente del sacerdote?

–Sí. Es de tez morena, de un metro y 60 centímetros, con barba de candado. Usaba huaraches.

Mientras tanto, un grupo de sacerdotes, que pidieron no ser identificados, informaron que el Vaticano envió como investigador al arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, pero se escondió la verdad y se amenazó a los padres de las víctimas de abuso.