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Mientras el premier participaba en reunión del G-8, el presidente ruso hace nombramientos

Putin renueva el gabinete; sólo repiten 5 ministros, incluidos Defensa y Exterior
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El presidente ruso Vladimir Putin (al centro) con su nuevo equipo de gobierno en el Kremlin. A la izquierda, los vicepremieres Arkadi Dvorkovich y Vladislav Surkov, y el premier Dimitri MedvedievFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 22 de mayo de 2012, p. 22

Moscú, 21 de mayo. Al nuevo gobierno de Rusia, que correspondería ser formado por el nominal primer ministro Dimitri Medvediev, lo designó a dedo este lunes el presidente Vladimir Putin y, en una primera lectura, salvo cinco ministros inamovibles de su primer círculo, está configurado por personas con voluntad de sacrificio.

Mejor dicho, dispuestas a ser sacrificadas como eventuales chivos expiatorios, por separado o todos juntos, debido a que son aparentemente nuevos cuando llevan años a la sombra de los ministros que ahora salen del gobierno.

Medvediev viajó a Estados Unidos el pasado fin de semana para representar a Rusia en una cumbre del G-8, mientras el nuevo/único inquilino del Kremlin, Vladimir Putin, decidía cómo repartir las carteras ministeriales, función más bien del premier, según la Constitución vigente.

Lo importante es que Medvediev regresó a tiempo para enterarse este lunes de la composición del gabinete que va a encabezar: habrá muchas caras nuevas –se renueva en un 75 por ciento–, y para el público quienes estrenan cartera son un enigma.

En realidad, los nuevos ministros difícilmente pueden sobresalir en el cumplimiento de las tareas encomendadas y, a priori, son los más indicados para, en su momento, firmar como propios todos los fracasos por venir.

Otra paradoja de la Rusia postsoviética: si Putin era hasta hace poco el primer ministro, ¿su gobierno era muy malo, estaba integrado por personajes impopulares y corruptos? De no ser así, ¿por qué cambió ahora a tres cuartas partes del mismo?

Sólo repiten cinco ministros: Anatoli Serdiukov, Defensa; Serguei Lavrov, Relaciones Exteriores; Anton Siluanov, Finanzas; Aleksandr Konovalov, Justicia; y Vitali Mutko, Deporte.

Todo indica que los ministros aparentemente defenestrados seguirán moviendo los hilos de sus sectores de la economía rusa, desde la nueva posición que les encomiende Putin ya sea como prominentes empresarios o funcionarios de la oficina de la presidencia.

Es cuestión de poco tiempo ver a Igor Sechin, antiguo vicepremier, al frente de alguna petrolera del Estado ruso, o a las ex ministras Tatiana Golikova, de Salud, y Elvira Nabiulina, de Desarrollo Económico, como asesoras presidenciales en sus respectivas materias o en cargos importantes de la oficina de la presidencia.

El nuevo gobierno tendrá un solo viceprimer ministro primero, Igor Shuvalov, del entorno más cercano a Putin, quien repite como segundo de a bordo pese a ser exhibido como beneficiario de manejos corruptos por su antiguo abogado.

También se mantienen cuatro viceprimeros ministros designados por Putin: Vladislav Surkov (innovación y nuevas tecnologías), Dimitri Kozak (Juegos Olímpicos de Invierno, Sochi 2014), Aleksandr Jloponin (Cáucaso del Norte) y Dimitri Rogozin (Industria de Armamentos y Espacio).

A ellos se suman dos nuevos con ese rango: Arkadi Dvorkovich, asesor de Medvediev en materia de economía, quien se hará cargo de la industria, petróleo y gas natural, y una mujer, Olga Golodets, vicealcalde de Moscú, que se ocupará de política social.

El alto grado de corrupción y los escándalos provocados por abusos de la policía le costaron el cargo al ministro del Interior, Rashid Nurgaliyev, quien deja su cartera en manos de un subordinado, Igor Kolokoltsev, ex jefe de la policía de Moscú, que en los últimos meses no ha dudado en aplicar la fuerza para reprimir a los inconformes con Putin.

Otras figuras impopulares que se van del gobierno –no necesariamente como castigo, sino a nuevas posiciones más cómodas, cercanas al titular del Kremlin– son el ministro de Educación y Ciencia, Aleksandr Fursenko, y Tatiana Golikova, de Salud y Desarrollo Social.

El sustituto de Fursenko es Dimitri Livanov, mientras Veronika Skvortsova se hará cargo de Salud y Maksim Topilin de Desarrollo Social, toda vez que la cartera de Golikova se escindió.

Vladimir Medinsky asume la cartera de Cultura, en lugar de Aleksandr Avdeyev, y Maksim Sokolov, la de Transportes, en vez de Igor Levitin. Aparecen dos nuevos ministerios, de Desarrollo de Extremo Oriente, a cargo de Viktor Isayev, y de Relaciones con el Gobierno, una suerte de puente con la sociedad, de Mijail Abizov, en tanto Aleksandr Novak remplaza a Serguei Shmatko como ministro de Energía.

En Protección Civil quedó Vladimir Puchkov; en Industria y Comercio, Denis Manturov; en Agricultura, Nikolai Fiodorov; en Comunicaciones y Prensa, Nikolai Nikiforov; en Recursos Naturales y Ecología, Serguei Donskoi, y en Desarrollo Regional, Oleg Govorun.