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El científico es coautor, con Namihira Guerrero, del libro México país: éxito o fracaso

¿A qué hora se nos perdió la nación?, inquiere René Drucker

Corrupción e impunidad impiden mejorar la vida nacional para tener desarrollo y democracia, sostiene

En 12 años la ciencia ha sido desdeñada, sobre todo en este sexenio, deplora

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René Drucker, en su oficina de la UNAM, durante la entrevista con La JornadaFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de mayo de 2012, p. 3

Para que realmente haya en México desarrollo y democracia, es necesario terminar con la corrupción e impunidad presentes en toda la vida nacional, así como generar una mayor conciencia y participación de los ciudadanos, objetivos en los que la promoción de la educación y la ciencia tienen un papel fundamental.

De ese modo lo plantea el reconocido científico y divulgador de la ciencia René Drucker Colín con motivo de la publicación de México país: éxito o fracaso (Miguel Ángel Porrúa), libro en coautoría con la comunicadora Rosalba Namihira Guerrero y con prólogo de Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Si bien las ciencias duras o las ciencias sociales no van a resolver todos y cada uno de los problemas del país, sí pueden contribuir de manera eficaz y proponer la solución de muchos de ellos. Después vendrá la mano política que lleve a la práctica esas contribuciones. Entonces, creando con-ciencia, se puede crear conciencia.

Sin embargo, agrega Drucker en entrevista en su cubículo del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, desde que el panismo comenzó a gobernar en México el apoyo a la ciencia ha disminuido de manera significativa.

Pero eso es una verdadera tontería y una falta de visión y comprensión sobre su importancia. En 12 años la ciencia ha sido desdeñada como nunca, sobre todo en este sexenio. Nunca ha sido adecuada la inversión en ciencia, pero ahora menos que antes.

Así no se puede concebir el despegue de un país, advierte. “La clase política y la clase empresarial creen que el asunto de la ciencia se resuelve comprando tecnología, y dicen: ‘Para qué hago ciencia si puedo comprar la tecnología’. Piensan que desarrollo es compra de tecnología”.

Si se compra tecnología en lugar de crearla, entonces no se le entiende. Estoy comprando algo que rápidamente es obsoleto, porque así es hoy día. La ciencia y la tecnología la tenemos que desarrollar nosotros, con las características de nuestro país y los problemas propios que queremos resolver.

Por atender el interés nacional

René Drucker destaca la importancia de que en los próximos gobiernos haya atención para ese sector. No para que atiendan los intereses de los científicos como un grupo social, sino los intereses de la nación, porque sin ciencia, tecnología e innovación no vamos a ser un país competitivo. México cada vez baja más en competitividad y eso no puede seguir así.

El libro de Drucker y Nahimira cuenta con una veintena de textos breves y accesibles, con la información suficiente para sostener las reflexiones sobre temas como agua, energía, niños que trabajan, educación, ciencia, situación internacional, infraestructura, salud, nutrición, seguridad alimentaria, productos milagro, corrupción, política y participación ciudadana.

Drucker, quien sería designado secretario de Ciencia y Tecnología de ganar la Presidencia del país el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, ha sido director de Divulgación de la Ciencia en la UNAM.

También fue coordinador de Investigación Científica en la misma universidad y ha recibido galardones como el Nacional de Ciencias y Artes y, recientemente, el Premio Kalinga para la Difusión de la Ciencia, que incluye la medalla Albert Einstein y es otorgado por la Unesco.

“A lo largo de los diferentes temas que transitan en el libro, se manifiesta que en la clase política hay muchísima corrupción, ineficiencia e incapacidad para gobernar, además de poco interés en resolver realmente los problemas, pues se privilegian los intereses de ciertos grupos de poder, por encima del interés de la sociedad en general y de la nación.

Lo podemos ver en el asunto de la obesidad como problema de salud pública, por ejemplo. Cómo es posible que México sea el país número uno en obesidad infantil y que no haya una política drástica ni se tomen las medidas necesarias, como la prohibición de alimentos chatarra en las escuelas. Hubo un gran debate al respecto, pero finalmente no se dio esa medida. Privilegian a las empresas de comida chatarra, la cual afecta la salud de nuestros niños.

Red de complicidades

Antes, plantea Drucker, México era como el país modelo de América Latina y se percibía un futuro para la nación, pero ahora naciones como Brasil van mucho más adelante.

A veces uno se pregunta, y por eso hicimos este libro; ¿a qué hora se nos perdió la nación, en qué momento hubo ese quiebre en el cual el país está cada vez en peores condiciones, con una corrupción localizada a todos los niveles de la actividad pública? Y todo eso pasa porque en México hay impunidad.

Un inicio de solución, dice, es que haya castigos ejemplares para todos los funcionarios públicos a los que se les demuestre actos de corrupción. Pero precisa que la corrupción y la impunidad también son reproducidas por los empresarios y los ciudadanos en general, en una red de complicidades a la que se debe poner fin.