Miércoles 4 de abril de 2012, p. 19
San Salvador, 3 de abril. Ocho militares y un civil fueron detenidos por presunto robo de más de mil granadas y algunas armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, que luego vendían al crimen organizado, por lo que se encuentran sometidos a una investigación de la Fiscalía General de El Salvador.
Entre los implicados figuran un capitán, tres sargentos, dos cabos, dos soldados y un civil, quienes fueron arrestados el viernes pasado por el presunto robo de las armas explosivas y de un número no precisado de cohetes Law, dio a conocer el fiscal Ramón Guerrero. Incluso, indicó que algunos ya habían enfrentado otros juicios.
Entre los cabecillas se mencionaron al capitán José Mario Mejía y al sargento Francisco Morales, además del civil Luis Roberto Ortiz, cuyo grupo de militares era el encargado de destruir las armas que ya no servían y estaban asignados en el polvorín El Ángel, en el sureño departamento de La Paz, a unos 40 kilómetros de la capital.
Guerrero explicó que los militares simulaban que destruían cierta cantidad de granadas, mientras otras las separaban porque estaban en buen estado
y por la noche las sacaban del polvorín para venderlas. Estamos valorando que unas siete mil granadas fueron comercializadas, y ya se les sigue la pista
, agregó.
En un comunicado, la fiscalía señaló que se trata de una banda que vendió armamento del ejército a estructuras del crimen organizado
. Explicó que es crimen organizado trasnacional vinculado al hurto, contrabando y comercialización de armas, cuyos miembros mantienen relación con estructuras criminales de la región
.