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Filme de Alejandro Ramírez sobre el día a día de Ali Guagua, Charlie Monttana y El Charro

Akiestamos, “investigación afectiva” de tres rockstars del underground

Durante tres años siguió a los músicos, porque me identifico con ellos, por su forma de resolver y encarar sus vidas, dijo

Dedica el rockumental a Sergio García, es producto de lo que he visto de su obra, señaló

Aunque sea subterráneo, quiero que trascienda a otros públicos, comentó

Foto
Ali (en un fotograma del documental) reúne todos los elementos de una estrella de rock, dijo Ramírez en entrevista
 
Periódico La Jornada
Sábado 31 de marzo de 2012, p. 8

Akiestamos es el título del rockumental de Alejandro Ramírez Corona, quien durante tres años, cámara al hombro, siguió de cerca la vida extrema de tres estrellas de rock underground mexicano: Charlie Monttana, Ali Guagua y Edwardo El Charro Montesinos, en medio de giras, grabaciones, grupis y excesos, descubriendo aquello que los hace renunciar al confort de un salario, seguro médico y vacaciones anuales.

En entrevista con La Jornada, el también director del documental Alicia en el subterráneo, dijo: “Hice este trabajo porque me identifico mucho con ellos, por su forma de resolver sus vidas y como las encaran, ya que eso mismo me pasa a mí. Por otro lado, también me parecieron atractivos para una película; sus vidas me parecen interesantes: Charlie Monttana es el único rockstar del subterráneo conocido en México, El Charro viene de una tradición de tres generaciones de mariachi y Ali Gardoki reúne todos los elementos de una verdadera estrella de rock”.

Akiestamos es una película que nos adentra en la vida extrema de tres leyendas del subterráneo mexicano, quienes se han aferrado al rock en busca de su felicidad. Charlie Monttana, Ali Guagua y Edwardo Montesinos se arrojan a sus sueños día tras día en medio de una situación económica hostil.

Ramírez Corona agrega: “Al principio traté de equilibrar la figura de Charlie Monttana con la de El Charro, quien a pesar de ser tan joven tiene bastante camino recorrido en la música, y de Ali Gardoki, quien es prácticamente de mi edad. Me la encontré hace 10 años; así que decidí no basarme en sus trayectorias, sino en su cotidianidad, para ponerlos en el mismo nivel. Me interesaba la historia de Ali como mujer, porque es una chica que en su vida diaria deja claro que es una gran artista y mujer.

“A Ali la puse muy sola, porque esa condición se repite en muchas figuras del rock y otros ámbitos, quienes después de un concierto muy explosivo, entregado y emocional, que mueve a mucha gente, al día siguiente deben resolver su vida en solitario; este asunto de Ali, de moverse entre la ciudad de México y Buenos Aires, hace que eche poca raíz, pero hace un trabajo musical importante con Las Ultrasónicas y Kumbia Queers.

“En el caso de El Charro llamó mi atención el conflicto que tiene al estar en los escenarios, después de haber vivido la experiencia de fama y grupis, una vida muy intensa con Salón Victoria, y de repente toparse con que todo eso se acabó y tiene que resolver su vida solo.”

Sin pretensiones, ni impacto

Ramírez Corona se refirió a la idea inicial del documental: Hice una investigación afectiva con los tres personajes. Vi cómo resolvían sus vidas en ciertas circunstancias, estimé una ruta de lo que podría pasar con cada uno y me dediqué a grabar cosas que podrían reflejar eso que me imaginé que les podría pasar; sin embargo, cambió mucho, porque, por ejemplo, de Charlie pensé grabar una gira por Estados Unidos, ya que me contó que lo deportaron y que las circunstancias para hacer una gira por allá son muy extremas, muy lejos del sueño idílico de salir de un lujoso hotel a dar el concierto, sino que se padece mucho; pero no se dio, porque a sus músicos les negaron la visa, pero estar junto a él me permitió acercarme a grabar una historia familiar muy íntima. Muchas cosas que tenía pensadas se fueron sustituyendo por otras más sorprendentes, que ni imaginaba.

Para cerrar, explicó de su tercer personaje: “Con El Charro viví el proceso de desintegración de Salón Victoria; había visto que no andaban bien las cosas con el grupo, pues trabajé con ellos en otro proyecto, y comenzó a interesarme más cuando se dio la ruptura, lo cual lo dejó en  una circunstancia de renovación como persona y músico.

“Akiestamos no pretende impactar, no es un documental que te cambie la vida... mi pretensión es directa hacia ellos.”

Finalmente, mencionó que dedicó este trabajo a Sergio García: “Para mí fue un gran maestro, dejó un trabajo increíble. Tuve un encuentro con él cuando hizo el documental de Rockdrigo González, y me encanta su trabajo. Me gusta pensar que Akiestamos es producto de lo que he visto de su obra; me gusta la idea de seguir registrando la parte underground de la música en la ciudad de México. Aunque sea subterráneo quiero que este trabajo trascienda a otros públicos, para que se acerquen a cosas que desconocen. Me gustaría que se viera comercialmente, que no nos retroalimentemos en la coladera, sino que salgamos afuera”.

Akiestamos se exhibió en dos ocasiones en el pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara y espera hacer el tour normal de festivales de cine en Guanajuato y Morelia, entre otros. El documental fue coproducido por Rofilms, Bestia Mugiente y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, con música de Las Ultrasónicas, Kumbia Queers, Salón Victoria, Twin Tones, Moderatto, Vago y Charlie Monttana.