Mundo
Ver día anteriorJueves 15 de marzo de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Destaca problemas para el próximo presidente y su partido

Vaticina experto ruso que Vladimir Putin no podrá postularse para un cuarto mandato
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 15 de marzo de 2012, p. 26

Moscú, 14 de marzo. En las condiciones actuales, no es viable pensar que Vladimir Putin pudiera postularse para un cuarto periodo presidencial porque en 2018, hacia fines del sexenio que comenzará en mayo siguiente como jefe de Estado, sus principales preocupaciones serán cómo salir de la crisis y encontrar un sucesor, que no será Dimitri Medvediev.

Tan drástico pronóstico lo formuló este miércoles Mijail Dimitriev, presidente del Centro de Investigaciones Estratégicas, y forma parte de las conclusiones preliminares de un amplio estudio que está elaborando el prestigiado think thank ruso.

En medio de la euforia oficial tras el reconocimiento del triunfo de Putin en los comicios del 4 de marzo, cuestionado por la oposición política al Kremlin, la estimación de este centro de pensamiento independiente no pasa inadvertida por dos razones.

La primera es que tiene acceso privilegiado a la información que generan los grupos de poder cercanos al Kremlin y, en ese sentido, no hay que olvidar que sus expertos, antes de asumir posiciones independientes, diseñaron el programa de gobierno de Putin para su primer periodo presidencial.

Y la segunda se debe a la certeza de sus pronósticos anteriores, en particular posee el mérito de ser el único que advirtió, en octubre pasado, a dos meses de las elecciones legislativas, que bajaría el índice de popularidad del partido oficialista y que las autoridades rusas tendrían que hacer frente a una ola de inconformidad multitudinaria.

Ahora sostiene que –dentro de seis años– Putin estará como Boris Yeltsin a finales de la década de 1990, con apenas 10 por ciento de la intención de voto y, haga lo que haga, nada podrá cambiar esa tendencia, debido a que se habrá agotado su campo de maniobra.

El mayor problema para Putin, considera, es mantener su legitimidad en el contexto de creciente inconformidad más allá de las grandes ciudades, ya que –de hecho– ahora ganó por el voto del interior de Rusia, y ahí están cambiando demasiado rápido los ánimos.

Según Dimitriev, existen dos grandes riesgos de carácter político y económico para Rusia, que se van a reflejar en el nivel y la calidad de las protestas en el país. Se trata del proceso de rechazo a Putin, que puede derivar en inestabilidad y un clima desfavorable para la economía, y de una nueva ola de crisis financiera, que puede afectar a amplios sectores de la población.

Para el Centro de Investigaciones Estratégicas, el malestar ya rebasó las grandes urbes y se extiende a las ciudades medianas y pequeñas, donde crecen las protestas contra las autoridades en general. Por ahora, Putin no es el blanco principal del descontento, pero es inevitable que lo será.

Dimitriev vaticina que, dentro de tres años, a la mitad de su tercer periodo presidencial, Putin tendrá que cesar el gobierno y convocar a elecciones legislativas anticipadas.

Afirma que Medvediev, integrante del tándem gobernante que se creó hace cuatro años, es una figura política debilitada desde el famoso enroque en que devolvió la presidencia a Putin y, por ello, su sacrificio es inevitable y no podrá perdurar más de tres años como primer ministro.

De acuerdo con el experto, Rusia Unida, el partido oficialista, es parte del problema político, y no es parte de la solución política y se encuentra en camino de perder su base de masas.

Ese partido –el apoyo de Putin en el Parlamento– está condenado al fracaso: si se mueve a la izquierda, se enfrentará aún más con la población de las grandes ciudades; si lo hace a la derecha, chocará con los intereses de los grupos que, desde un discurso centrista con rasgos patrioteros, se benefician de las riquezas naturales del país y ejercen gran influencia en la toma de decisiones, apunta.