Opinión
Ver día anteriorSábado 3 de marzo de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Jazz

Alain Derbez

Jazz y literatura en la feria de Minería

M

ientras escribía una de las tres novelas prometidas al Sistema Nacional de Creadores, Alain Derbez llegó a los Alpes del sur, en Francia, para hurgar entre las huellas de cierto exilio que se dio de Barcelonette a México en el siglo XIX (…) Estando allá, lo más sencillo fue dar un salto a Orleans y armar un recital de poesía, sax y percusiones junto con Adrien Chennevault, percusionista de Roberto Negro, con quienes Derbez había coincidido hace tiempo en Guatemala y Jalapa.

Este 2012, Adrien y sus cuates organizaron el acto Batisseurs de Ponts (Constructores de Puentes), con la idea de fundir los distintos lenguajes artísticos en un escenario. Teniendo como sede la Sala Zappa, el 17 de febrero Derbez y Chennevault hicieron un dúo anunciado como música y sorpresas musicales, basado en la improvisación instrumental y textos de Alain. La respuesta del público fue lo suficientemente buena como para que nuestro poeta-escritor-jazzista fuera invitado al festival de Barcelonette del próximo verano, pero ahora con el trío jalapeño El Código Postal (Messe Merari y Paco Aragón).

Hace unos días, Alain llegó al DF para grabar algunos programas en Radio Educación y para asistir a la presentación del libro Caer en la que no era (Landing in the wrong note), interesantísimo ensayo (aunque no estemos de acuerdo con todos sus postulados) de Ajay Heble, investigador, catedrático y pianista canadiense, quien se presenta hoy en la sala Manuel Tolsá, a las 12 horas, en la 33 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

Heble cuenta con otros títulos alrededor del jazz, como El otro lado de ninguna parte: jazz, improvisación y comunidades en diálogo y Músicas rebeldes: derechos humanos, sonidos de la resistencia y las políticas del quehacer musical, que desde las portadas evidencian rutas de diálogo. Pero el doctor Heble también navega con pasión y fluidez en la aguas de la literatura canadiense; destaca un amplio ensayo sobre Alice Munro, una de las mejores cuentistas canadienses en lengua inglesa, a quien los publicistas han hecho flaco favor al promoverla como la Chéjov canadiense (aunque leer Las lunas de Júpiter cuando eres un cardiópata en tratamiento resulte uno de los más gratos y angustiantes placeres que has tenido).

La edición mexicana de Caer en la que no era es uno más de los aciertos de la Universidad Veracruzana, que en esto de los quehaceres jazzísticos se ha portado bastante generosa desde hace buen tiempo, al crear escuelas especializadas, instituir licenciaturas, organizar festivales, otorgar subsidios, y alucinar a ciertos músicos con becas vitalicias. La traducción y las notas del libro son de Alain Derbez y la presentación de este sábado correrá a cargo de quien esto escribe.

En este libro, escrito a finales del siglo XX, Heble se refiere a la disonancia en la música (previamente se muestra como admirador confeso de esta práctica) y en la sociedad contemporánea. Página tras página, el libro nos pasea por la historia del jazz en volantas que, además de lo sosegado del ritmo narrativo, hace pausas continuas para reflexionar sobre cada hecho, sus relaciones y posibles incidencias en la realidad social, cultural y política actual.

Las tesis del doctor Heble, por supuesto, hay que leerlas y debatirlas una y otra vez. Pienso que ésta sería una de las más importantes funciones del libro y de las notas con que Derbez contextualiza y empalma todo esto en la realidad del jazz mexicano. Propiciar la reflexión colectiva y el debate sería la culminación de un esfuerzo de años del maestro Derbez, para aterrizar y publicar estas páginas en español.

Por lo pronto, ponemos en la mesa que el jazz, aunque nos ha redefinido como civilización, no ha logrado permear las oxidadas corazas de la política y los políticos en parte alguna del mundo; Heble piensa que sí. Ahí hay ya un tema de debate. Salud.