Islamabad, 2 de marzo. Al menos 55 muertos dejaron este viernes los combates entre el ejército de Pakistán y los rebeldes talibanes y un atentado suicida en una zona tribal del noroeste del país fronteriza con Afganistán, informaron a los medios las autoridades locales.

Los dos incidentes ocurrieron con horas de diferencia en Tirah, un valle del distrito de Jyber, un bastión del grupo rebelde Lashkar-e-Islam dirigido por Mangal Bagh.

El atentado suicida tomó como objetivo a varios fieles que salían de una mezquita tras la gran oración del viernes en una zona controlada por los rebeldes.

Al menos 22 personas murieron y 20 resultaron heridas, declaró Jamilur Rehman, responsable administrativo del distrito.

Funcionarios de la administración política local dijeron que la cifra de víctimas mortales puede aumentar porque entre los heridos hay varios en condición grave.

La explosión dañó las estructuras de la mezquita y de otros inmuebles cercanos.

Durante la mañana, Lashkar-e-Islam atacó un puesto de control del ejército en el mismo valle, lo que provocó combates.

Al menos 10 soldados han muerto y tres fueron heridos, y 23 insurgentes murieron en los enfrentamientos, que duraron seis horas, indicó un responsable local de los servicios de seguridad.

En Jyber, los grupos rebeldes no sólo luchan entre sí, sino que frecuentemente atacan a las fuerzas gubernamentales que fueron desplegadas en el lugar para combatir a los militantes

La campaña militar a lo largo de toda la región fronteriza y en varios sectores tribales involucra a más de 100 mil soldados paquistaníes, pero llegó a un punto muerto en numerosas áreas, según analistas.

Además, aviones de combate de Pakistán bombardearon refugios talibanes en el distrito de Orakzai, provincia de Jyber Pakhtunkhwa, y mataron a 15 rebeldes. Al menos 12 resultaron heridos.

Oficiales paquistaníes dijeron a medios de prensa locales que la operación permitió destruir cinco escondites de los insurrectos en las zonas de Akhunkot y Balras.

La reanudación de los combates entre el ejército y la insurgencia en ese territorio en octubre pasado ha forzado a casi 20 mil personas a abandonar sus hogares.

Miembros del talibán y de Al Qaeda tienen campamentos en la región tribal inmediata a la frontera con Afganistán, y a menudo coordinan acciones con grupos tribales paquistaníes separatistas.