En los próximos años, la inversión en las actividades de exploración y explotación de Petróleos Mexicanos (Pemex) no se financiará únicamente a través de recursos presupuestales, aseguró la Secretaría de Energía (Sener).

En la Estrategia Nacional de Energía 2012-2026 (ENE) se precisa que estas actividades sustantivas de la industria petrolera nacional se harán también a través de los nuevos instrumentos de contratación, que según el documento permitirán alcanzar mayores niveles de productividad y acceso a tecnologías más eficaces.

Con ello, se podrá elevar el promedio de la producción entre 2012 y 2026 a 2 millones 937 mil barriles diarios, y alcanzará una producción de petróleo de 3 millones 354 mil barriles en 2026, volumen similar al logrado en 2004, cuando llegó a su pico máximo para iniciar la declinación al actual volumen de 2 millones 550 mil barriles por día.

Para esta cartera, la inversión promedio anual requerida sería de 353 mil 933 millones de pesos, unos 25 mil 500 millones de dólares.

De acuerdo con el escenario de producción de petróleo crudo de la ENE 2012-2026, la producción de crudo alcanzará los 3 millones de barriles de petróleo en 2023 cuando llegará a 3 millones 17 mil barriles diarios; en 2024 se llegaría a 3 millones 98 mil barriles; en 2025, a 3 millones 230 mil barriles y hasta 2026 se lograría 3 millones 354 mil barriles diarios.

Este escenario mantiene un supuesto de costos estables en la industria de servicios petroleros; disponibilidad de recursos oportunos, tanto financieros, como técnicos, así como un mercado suficiente de materiales y servicios, de acuerdo con los ritmos de ejecución de los proyectos de Pemex.

También se prevé una diversificación de la cartera de proyectos en el horizonte de planeación que permite incorporar la producción de gas shale a la oferta de gas hidrocarburos del país.

Específicamente, las inversiones en este escenario tienen como objetivo mantener estable la producción de crudo, aumentar la producción de gas y continuar incrementando la tasa de reposición de reservas probadas (1P) y posibles (3P).

La incursión en aguas profundas, hasta 2020

Este escenario prevé el desarrollo de la explotación en aguas profundas del Golfo de México a partir de 2020. Para ello, se asume un mayor conocimiento del tamaño, distribución y tipo de hidrocarburos, privilegiando las inversiones con potencial de aceite.

El proyecto Cantarell continuará siendo importante en la producción de corto plazo, aun cuando se encuentra en su etapa de declinación. Se estima que este activo pasará de 444 mil barriles diarios en 2012 a 150 mil barriles por día en 2026, y se mantendrá como el segundo proyecto más importante, después del proyecto Ku-Maloob-Zap, por lo menos hasta 2018.