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Oso de Plata, para Rachel Mwanza, actriz principiante de 15 años

La italiana Cesare deve morire gana el Oso de Oro en Berlín

El uruguayo-mexicano Rodrigo Plá, premiado por La demora

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Los directores italianos Paolo y Vittorio Taviani celebran, tras recibir el máximo galardón de la BerlinaleFoto Xinhua
Especial
Periódico La Jornada
Domingo 19 de febrero de 2012, p. 8

Berlín 18 de febrero. La cinta italiana Cesare deve morire (César debe morir) de los hermanos Paolo y Vittorio Taviani, ganó el Oso de Oro en la edición 62 del festival de cine de Berlín, la Berlinale.

Los hermanos Taviani, emocionados, explicaron que para ellos no hubo diferencia entre dar un tratamiento de ficción o documental a su trabajo. Filmar en la cárcel, con los presos y acompañarlos no se diferencia entre documental y ficción; entrar al mundo de la cárcel y el contacto cercano con algunos condenados a cadena perpetua marcó el tratamiento de nuestro trabajo.

Los directores italianos reportaron que al participar en una obra de teatro los reclusos encontraron otra forma de conciencia, lograron proyectar sus propias viviencias y hallaron el arte una forma de liberación. Aunque también, tal vez y lamentablemente, otra forma de sufrimiento, apuntaron.

Al recibir el Oso de Oro, emocionados, pidieron: Esperamos que cuando llegue al público esta película, los espectadores digan a sí mismos o a otros, que un hombre aunque esté condenado a cadena perpetua sigue siendo ante todo un hombre. Dedicaron el premio a los presos participantes y leyeron sus nombres.

Otros galardonados

El gran premio del jurado fue para el joven realizador húngaro Bence Fliegauf por Just the Wind, considerada una película dura que muestra los asesinatos motivados por el brutal racismo y la discriminación que sufren los gitanos en Hungría. El filme está basado en acontecimientos ocurridos entre 2008 y 2009. Tuve una pesadilla al saber de los asesinatos, al enterarme de los crímenes por motivos racistas. Esto no me dejaba dormir; nunca imaginé ganar un premio por esta película.

El Oso de Plata a la mejor actuación fue para la joven africana Rachel Mwanza. Con sólo 15 años y sin experiencia en actuación, protagonizó a una niña soldado en Ghana, en Rebelle, del director canadiense Kim Nguyen, quien la descubrió en las calles de Kinshasa, capital del Congo, aunque ella dijo que la descubrió en fotos por un documental sobre niños de la calle.

Por actuación masculina, el Oso de Plata fue par otro joven actor desconocido, Mikkel Boe Folsgaard, por A royal Affair, su primer largometraje. El danés confesó que la sorpresa fue mayúscula, pues todavía asiste a la escuela de actuación.

A Royal Affair también se llevó este galardón por el mejor guión; fue entregado Nikola Arcely y Rasmius Heisterbeg.

Dos premios se quedan en casa. El Oso de Oro a la mejor dirección fue para Christian Petzold por Barbara, la historia de una médico en la Alemania Oriental, en conflicto por haber tomado la decisión de escapar hacia Alemania Occidental.

El otro alemán premiado fue el camarógrafo Lutz Reitemeier por la película china Bai Lu Yuan el rea.

La gran favorita para ganar este premio, la producción portuguesa-brasileña Tabú, tuvo que conformarse con el galardón Alfred-Bauer, entregado a las nuevas perspectivas del cine. Tabú es una historia de amor filmada en blanco y negro ambientada en Cabo Verde, colonia portuguesa en África, hasta 1975. Miguel Comes confesó estar un poco confuso por la calificación de nuevas perspectivas, pues sólo quise hacer una película a la manera antigua.

La Berlinale otorga también premios independientes en donde el juicio del público es la autoridad.

Los lectores de uno de los diarios de mayor circulación en la capital alemana, Der Tagesspiegel, y del jurado Ecuménico del Festival premiaron La demora, del realizador uruguayo-mexicano Rodrigo Plá, en la sección de Forum.

Escenificada en Uruguay, es la historia de una madre soltera de tres hijos que tiene que cuidar a un padre enfermo que comienza a perder la memoria. En un momento de desesperación, deja abandonado a éste en la calle, con la idea de que sea rescatado y trasladado a un asilo de ancianos, pero él no se mueve del lugar en donde espera a su hija y tampoco sabe regresar a casa.

La cinta hace alusión al hecho de que ya entrada la madrugada y una vez que la hija comprueba que el padre nunca fue rescatado, decide ir a buscarlo adonde lo dejó. Para el padre, la ausencia de la hija fue una espera larga, aunque sólo fue una demora.