foto: CARL LUMHOLTZ.
Pareja rarámuri, 1892

Territorios
indios de México

Arturo Lomelí González

Muchos movimientos contemporáneos han tomado como eje de sus respectivas luchas a los pueblos indígenas. En particular a aquéllos que cuestionan la sociedad dominante mundial. ¿Qué tienen los pueblos indios, que los hace tan importantes? Colectivos que en apariencia viven aislados y marginados de la sociedad de consumo y de las economías globalizadas, y que ante la aparente debilidad de su vida sencilla se ignora si sobrevivirán las crisis civilizatorias contemporáneas, según muchos preocupados analistas e intelectuales. Se han creado varios mitos sobre ellos: que están desapareciendo e inevitablemente se integrarán a la sociedad y a la cultura dominantes; que necesitan ser sacados de su miseria y pobreza mediante políticas públicas; que son rescoldo del pasado y su futuro está en manos de otros y no de ellos.

La gran mayoría de los actuales habitantes de las regiones indígenas del país son descendientes de una de las civilizaciones originales del mundo. Culturas y pueblos que desde tiempos inmemoriales se asentaron en estos territorios. Los millones de personas del continente americano, y en particular nuestro país, entraron en una dinámica diferente después de los siglos de contacto con el sistema mundo y el desarrollo del capitalismo. Lo que queda de estos pueblos después de siglos de contacto con este sistema mundial son cientos de lenguas, grandes extensiones de territorios aún en su manos y las formas particulares de gobernarse.

El asunto no es menor, dado que los datos indican que las personas llamadas indígenas, varios miles de millones, viven en el 24% del territorio mundial, y que los territorios que habitan y que tienen bajo su domino representan más del 82% de los ecosistemas y sistemas de biodiversidad del mundo. Entre México y Centroamérica la población organizada en pueblos indios sería de unos 28 millones. Sólo en nuestro país, de acuerdo a los datos del último censo de población, se puede interpretar que hay en el territorio mexicano más de 15 millones, organizados en varios miles de pueblos y hablantes de unas 240 lenguas, si consideramos las variaciones dialectales.


mapa: ARTURO LOMELÍ

Del total de la población del país representan entre el 15 y 17%. La mayor parte de los pueblos indios habitan en el centro y sur-sureste del país. Las entidades cuya proporción de población indígena es mayor son: Yucatán (59%), Oaxaca (48%), Quintana Roo (39%), Chiapas (28%), Campeche (27%), Hidalgo (24%), Puebla (19%), Guerrero (17%) y San Luis Potosí y Veracruz (15%, cada uno). Estos 15 millones de personas sumarían la población total de varios países. A pesar de los embates que hicieron desaparecer a las poblaciones originarias en varias regiones, la población indígena de México ha ido creciendo desde el siglo pasado. Por ejemplo el Consejo Nacional de Población (Conapo), en su informe del 2008 sobre la proyección de las poblaciones indígenas 2000-2010, aprecia un aumento constante y sostenido de más de 1.5% anual en promedio, pero que en algunos casos el crecimiento es superior al 2.4%.

Esta numerosa población ocupa grandes extensiones, en las que vive. De acuerdo con el Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales de la Universidad Autónoma del Estado de México, tanto por la lengua como por el uso de los territorios, representarían el 52% del territorio nacional (103 millones de hectáreas). Esta superficie incluye 70% de las áreas forestales (bosques templados y selvas tropicales) y 80% de las zonas agrícolas (fundamentalmente de temporal) del país. Estas regiones conforman uno de los centros mundiales de riqueza en biodiversidad y culturas. En la actualidad se está convirtiendo en uno de los principales temas en la disputa con los Estados nacionales y las grandes corporaciones empresariales, ante la evidencia de que las montañas y las selvas del trópico pertenecen a las poblaciones indias.

Estas regiones conforman uno de los centros mundiales de riqueza en biodiversidad y culturas. En la actualidad se está convirtiendo en uno de los principales temas en la disputa con los Estados nacionales y las grandes corporaciones empresariales, ante la evidencia de que las montañas y las selvas del trópico pertenecen a las poblaciones indias

Dicha población está organizada en entidades político religiosas que ocupan de manera autónoma y soberana el espacio territorial, el cual, en la mayoría de los casos, corresponde a las demarcaciones municipales. Desde allí han adoptado formas de gobierno y poder que cuestionan al poder formal e institucional. Las características particulares de estos pueblos, tanto por su historia como por ciertos rasgos culturales, ofrecen un mosaico de formas alternativas de organización sociopolítica. En otras palabras, tienen una forma distinta de hacer política: otra política. De ahí la incomprensión de las llamadas “modernidades democráticas” y los sistemas políticos a estas formas de gobierno indígena.

Los pueblos indios se fundamentan en la triada territorio-lengua-gobierno. Cada pueblo en su propia dinámica, con sus propias luchas y resistencias. La visibilidad de los pueblos indios ha crecido a través de las rebeliones y movimientos por el reconocimiento de sus derechos colectivos en el marco constitucional, así como por su incidencia en la vida política y pública de sus respectivos contextos. Han alcanzado elevados.