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El artista Maxence Pagnoud intervino la figura del pensador

León Trotsky, niño Dios con un toque surrealista

El nuevo icono del museo casa dedicado al creador del Ejército Rojo será presentado y donado para celebrar la fiesta de la Candelaria

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Maxence Pagnoud con la imagen de infante del revolucionario ruso y dos acercamientos a ese trabajo de arte-objeto del artista francésFoto Cortesía del Museo Casa León Trotsky
 
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de febrero de 2012, p. 3

Un niño Dios, recubierto de un mosaico coloreado sobre la piel, con sombrero de paja, la inconfundible barba cana y los espejuelos redondos es el nuevo icono del Museo Casa León Trotsky, que será presentado y donado para celebrar la fiesta de la Candelaria. La pieza fue intervenida por el artista francés Maxence Pagnoud, en una evocación del político ruso que vivió en México entre 1937 y 1940.

El niño fue caracterizado con un toque de arte surrealista, en honor a Breton, y está vestido de pintor porque fue realmente uno de ellos, Diego Rivera, quien gestionó el asilo del viejo revolucionario en nuestro país, expuso Pagnoud sobre el arte-objeto titulado El niño pintor Trotsky.

La figura artesanal del nacimiento, que como indica la tradición se viste y lleva a bendecir el día de la Candelaria, será donada este 2 de febrero en la casa en Coyoacán que fue habitada por el político, en una fiesta acompañada de tamales, atole, música de jaranas y corridos revolucionarios.

La historia y costumbres mexicanas han sido reinterpretadas en la obra de Pagnoud, quien reside en nuestro país desde 2004, atraído por la obra de los muralistas.

Óleos de gran formato con los rostros de personajes de la Revolución Mexicana, como Emiliano Zapata y Francisco Villa, en una explosión de colores que remiten al pop art y Andy Warhol, conformaron su exposición pictórica Trazos y andanzas por la historia, que durante 2010 se exhibió en la casa ubicada sobre Río Churubusco.

Cuando historia y arte se reúnen surge un metalenguaje que tiene que ver con el hecho histórico y la forma en que el artista entiende ese hecho. La interpretación de la historia a través del arte tiene entonces un carácter particular, que es el del artista, e impregna de nuevos significados los hechos vividos por la comunidad que observa, definió el artista, un hombre originario del campo del noreste de Francia.

Con Frida, amistad sincera

León Trotsky, la frente amplia y corrugada, sostiene la frente de Frida Kahlo; así es como Pagnoud representó en un lienzo el origen del refugio en nuestro país como asilado, cuando el pensador socialista llegó en 1937 gracias al entonces presidente Lázaro Cárdenas. Una imagen del último Trotsky, el que vivió hasta el último día en la casa de Coyoacán, temiendo por su vida después de encabezar la revolución rusa. Este Trotsky y Frida apoyada sobre su hombro encarna el amor y amistad muy sincera y profunda, tanto por la lucha de sus ideales y por la visión de la vida.

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León Trotsky, cuando era niñoFoto Cortesía del Museo Casa León Trotsky

Ahora, con El niño pintor Trotsky, el francés nos descubre al otro extranjero infante, ambos afincados en esta tierra, motivados por el muralismo encarnado en la figura preponderante de Diego Rivera. Por eso la figura de cerámica sostiene entre sus manos un pincel y la paleta, las ropas salpicadas de color.

El verdadero niño Trostky nació en Ucrania (entonces Rusia) en 1879, y recibió el nombre de Lev Davídovich Bronstein, en una familia judía de pequeños terratenientes. Tras vencer al zar, participar en la Revolución de Octubre, crear al Ejército Rojo y enfrentarse a dictadores en ciernes, deambuló en el exilio.

Un acto de surrealismo, 71 años después de su muerte en 1940, lo hace renacer en forma de niño Dios a la usanza tradicional originaria del sincretismo prehispánico y cristiano, transformada en fiesta, costumbre que hasta hoy día se observa en las familias al vestir a su niño del nacimiento navideño, llevarlo a bendecir y colocarlo en un rincón de la casa por el resto del año.

Se trata del mismo surrealismo que menciona Pagnoud en la justificación de su pieza de arte-objeto, una evocación del Manifiesto por un arte revolucionario e independiente que fue redactado por André Breton y León Trotsky, firmado el 25 de julio de 1938 por el propio Breton y Diego Rivera.

Regalo de México

El artista Maxence Pagnoud explica: “Mi labor en este tiempo ha sido plasmar todo lo que México me ha regalado, a través de la pintura, en cada uno de los cuadros que presento.

Mi intención es trasladar mis percepciones, emociones y sensaciones mediante el uso de simbolismos, de mi experiencia de vida y lo que este país sigue despertando como artista.

La donación de El niño pintor Trotsky se efectuará en una ceremonia pública, con tamaliza incluida, este jueves 2 de febrero a las 19 horas por Agustín Villa, nieto del revolucionario Pancho Villa y representante de la Coordinación de Enlace Cultural Villa-Zapata AC, organismo encargado de salvaguardar y promover la obra plástica del autor francés en México, quien entregará la pieza al Instituto del Derecho de Asilo Museo Casa de León Trotsky, en el recinto cultural ubicado en Río Churubusco 40, colonia Del Carmen, Coyoacán.