Sociedad y Justicia
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Generan solidaridad, según estudio

Niños de la calle sobreviven gracias a redes de apoyo
 
Periódico La Jornada
Martes 31 de enero de 2012, p. 47

Los avances de un estudio realizado por la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) muestran que, para sobrevivir en la ciudad de México, los niños de la calle tienen que formar o pertenecer a una red social de apoyo que los provee de arraigo, identidad y obtención de satisfactores.

De acuerdo con la investigación realizada por Víctor Inzúa, antropólogo social, los niños de la calle con quienes convivió pasan el día sorteando vehículos y diversos problemas en las zonas de Miguel Ángel de Quevedo y Taxqueña.

Gracias a las redes que han generado viven en un sistema de valores y solidaridad, por lo que comparten sus ingresos con las madres adolescentes o con sus compañeros que no salieron a trabajar. Esto también representa una alternativa para enfrentar soledad, frío e inseguridad y es un recurso para satisfacer necesidades emocionales.

En su estudio, titulado Redes sociales como una forma de sobrevivencia en niños de la calle de la ciudad de México, que aún está en proceso y cuyo adelanto fue difundido en un boletín de la UNAM, el investigador universitario examina dos casos.

El primero es el de siete niños que deambulan entre las avenidas Miguel Ángel de Quevedo y Pacífico, en la delegación Coyoacán, y limpian parabrisas y venden cigarros. El otro es el de 14 pequeños que viven entre Taxqueña y Tlalpan y se dedican a la mendicidad y al comercio de chicles (algunos son adictos a las drogas).

En el segundo descubrió que los chicos fueron desplazados de la colonia Guerrero y conviven con niñas, incluso madres, y un bebé de la calle. Se caracterizan por profundos lazos emocionales entre todos sus miembros.

Al integrarse, a partir de un profundo sentido de solidaridad, a una red social y organizarse, reciben de sus amigos un sentimiento de seguridad, afecto y protección, que reduce o elimina la ansiedad surgida a consecuencia de estar separados de su familia.

El grado de cooperación varía en función de la naturaleza de sus objetivos, de la urgencia de realizarlos y de la dificultad para alcanzarlos, comentó el investigador.