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Rechaza Beltrones que la minuta aprobada en San Lázaro se discuta antes de la visita del Papa

Frenar cualquier reforma que vulnere el Estado laico, acuerdan senadores del PRI

En Guanajuato, Moreno Uriegas dice que la meta es matar por completo los cambios al 24 constitucional

Enviada
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de enero de 2012, p. 17

Guanajuato, Gto., 24 de enero. El coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, advirtió ayer que su bancada no aceptará presión alguna para dictaminar la reforma al artículo 24 constitucional y hará una revisión responsable y a fondo de esa minuta, sin ninguna prisa, con la directriz central de consolidar el Estado laico y las libertades de conciencia y éticas, en ese orden.

El anterior fue uno de los temas centrales en la sexta reunión plenaria del grupo parlamentario del PRI que ayer concluyó. Los senadores acordaron no permitir cambio alguno que vulnere la laicidad del Estado mexicano, y en conferencia final Beltrones rechazó que la minuta pudiera discutirse antes de la visita del papa Benedicto XVI. Los tiempos del Congreso no son los de las iglesias ni los de sus representantes, señaló.

Por la mañana, unos 200 integrantes de la organización Guanajuato laico realizaron un plantón afuera del hotel para exigir que no se apruebe esa reforma a la Carta Magna.

Al lugar se presentaron también integrantes de la iglesia La Luz del Mundo, con la misma demanda y con el argumento de que sólo beneficia a la Iglesia católica. Los atendió la senadora María de los Ángeles Moreno Uriegas, quien les aseguró que no habrá albazo.

En entrevista, Moreno Uriegas reveló que la minuta –aprobada con toda celeridad en San Lázaro el pasado 15 de diciembre– ni siquiera ha sido turnada al Senado. Dijo que esperan recibirla pronto, ya que los diputados le hicieron cambios de manera verbal y no se sabe qué incluye realmente el documento.

Todo el proceso que siguió la Cámara de Diputados fue irregular; lo que requerimos ahora es tener la redacción final que dieron al artículo 24 de la Constitución. Destacó que saben que se restituyó el párrafo tercero de dicho artículo, donde se consigna que los actos religiosos fuera de los templos requieren autorización de la Secretaría de Gobernación, lo que habían eliminado en San Lázaro, pero hubo otras adiciones, entre ellas la de las convicciones morales y filosóficas, que requieren analizarse a fondo, dijo.

Puntos intransitables

En la reunión con el apoderado legal de La Luz del Mundo, Moisés Gutiérrez Coronado, y representantes de Guanajuato laico, Moreno Uriegas precisó que para los integrantes de su bancada hay varios puntos intransitables, como que la modificación al artículo 24 abra la puerta a las concesiones de medios electrónicos a las iglesias, a la impartición de clases de religión en escuelas públicas y la objeción de conciencia.

Los inconformes le pidieron que se congele la minuta, pero respondió que ella está por matar por completo el tema. Es decir, votar en contra. Les explicó que durante la discusión en la reunión plenaria se analizaron varios escenarios: dictaminar la minuta en torno al artículo 24, conjuntamente con la del artículo 40, que reafirma el carácter laico del Estado –y que está detenida en el Senado desde hace dos años porque que PAN se niega a aprobarla– o rechazar ambas.

En entrevista, el senador Francisco Arroyo Vieyra –con quien sus compañeros de bancada cerraron filas y le expresaron su respaldo en la decisión de luchar por la candidatura del PRI al gobierno de Guanajuato– dijo que no van a permitir que se acabe con el Estado laico, y por ello actuarán con ponderación, sin prisa alguna.

Afuera de las instalaciones donde sesionaron los priístas, los integrantes de Guanajuato laico desplegaron grandes mantas con alusiones a Benito Juárez; la exigencia central es No a la reforma al artículo 24.

El apoderado legal de La Luz del Mundo entregó un escrito a los senadores, en el que advierte que de modificar ese artículo 24 las consecuencias serían sumamente graves para las minorías religiosas, en particular para nuestros niños y niñas, quienes sufrirán actos de discriminación e intolerancia en las escuelas por profesar una religión distinta a la mayoritaria.