Los pobladores de la comunidad indígena triqui de San Juan Copala, desplazados desde hace 17 meses por las agresiones de grupos paramilitares –según denuncian–, regresarán a sus casas el próximo 23 de enero, partiendo en caravana desde la ciudad de México.

Reyna Martínez Flores, representante de los refugiados, informó en conferencia de prensa que las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en favor de 135 activistas hacen posible el retorno en condiciones de seguridad, si bien todavía faltan por ejecutarse algunas órdenes de aprehensión contra miembros de organizaciones que han agredido a los copaleños.

Los acuerdos con el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, se han hecho de forma digna, respetando siempre los acuerdos de asamblea de los indígenas afectados, subrayó. En todo se ha obedecido al pueblo, a pesar de la campaña de desprestigio de algunos, que con calumnias tratan de frenar este proceso.

Por su parte, Marcos Albino, coordinador del Movimiento Autonómico de los Pueblos Triquis, indicó que el regreso a la comunidad se hizo posible gracias a la presión social y jurídica de varios colectivos simpatizantes, y llamó a la solidaridad de la gente para reconstruir sus casas y propiedades, luego de más de un año de abandono y saqueo.

No vamos en una actitud triunfante ni provocadora, sino nada más a recuperar lo que es nuestro. Vamos a necesitar mucho la solidaridad de los externos porque ahorita no tenemos nada. Estamos golpeados, porque han atacado nuestra estrategia y a nuestros líderes, pero esto también lo hacemos por Bety Cariño y Jyri Jaakkola, activistas que fueron asesinados el 27 de abril de 2010, durante un intento de regresar a Copala.

La caravana de retorno, integrada por unas 350 personas, partirá el domingo 22 de enero a las 9 de la mañana desde el Zócalo del Distrito Federal hacia la capital de Oaxaca, donde llegará en la noche, para arribar finalmente a San Juan Copala el lunes 23, escoltada por las policías Federal y estatal, como se comprometió el secretario general de Gobierno de Oaxaca, Jesús Martínez Álvarez.

Los voceros de los indígenas refugiados anunciaron que del viernes al domingo, el plantón que mantienen a un costado de la Catedral de la ciudad de México fungirá como centro de acopio, donde recibirán agua y alimentos, y sobre todo implementos de cocina, limpieza y rehabilitación de la infraestructura de las casas dañadas.