Damasco, 11 de enero. El presidente de Siria, Bashar Assad, se presentó inesperadamente este miércoles ante una multitudinaria manifestación de simpatizantes de su gobierno y juró que derrotará a los conspiradores extranjeros que complotan en su contra, poco después de que un observador de la Liga Árabe abandonó el país por considerar que la misión en esta nación ha sido una farsa.

El mandatario, quien ha luchando contra manifestaciones opositoras durante 10 meses, saludó a miles de sus partidarios en la plaza Umayad de Damasco, en compañía de su esposa, Asma, y sus dos hijos.

Pertenezco a esta calle, dijo el gobernante de 46 años, y agregó que Siria enfrenta a conspiradores extranjeros. Haremos de esta fase el fin de ellos y de sus planes. Vamos a ganar sin duda alguna, aseguró.

Durante la víspera, el gobernante afirmó en un discurso de 100 minutos que golpeará a los terroristas y anticipó reformas, pero sin indicar cuándo entregaría el poder gubernamental que heredó de su padre en 2000.

Uno de los observadores de la Liga Árabe dijo este miércoles que podría dejar el grupo que trabaja en Siria porque la misión es poco eficaz para terminar con el sufrimiento de los civiles que se oponen al gobierno de Assad.

Los comentarios se producen un día después de que Anwar Malek, un observador argelino, dijo a la cadena de televisión Al Jazeera que dejó Siria debido a que la misión de paz era una farsa.

La salida de Malek fue un golpe a la misión, también criticada por la oposición siria como un cuerpo que solamente sirvió para que Assad ganara tiempo.

Por último, en la provincia de Homs, un periodista de nacionalidad francesa falleció junto con otras siete personas al estallar un obús, en un hecho que dejó además 25 heridos, reportó la oposición en el exilio.