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Exigen su renuncia; está implicado en un escándalo inmobiliario

Alemanes se manifiestan contra el presidente Christian Wulff mostrando zapatos en mitin
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Manifestantes muestran sus zapatos en Berlín en señal de repudio al presidente alemán, a quien exigen la dimisión por supuesta corrupciónFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de enero de 2012, p. 19

Berlín, 7 de enero. Con zapatos en alto, en alusión a la tradición árabe de arrojar calzado en señal de desprecio, cientos de personas se manifestaron este sábado para expresar su indignación y exigir la renuncia del cuestionado presidente federal alemán Christian Wulff, implicado en un escándalo por un crédito inmobiliario, así como intimidaciones que hizo a un medio informativo que publicó la información sobre el tema.

Por su parte, los partidos políticos de la coalición gubernamental desmintieron informaciones sobre un supuesto acuerdo para elegir a un nuevo presidente si Wulff se ve obligado a dimitir a la presidencia federal.

Eso es una especulación y la rechazo rotundamente, dijo el secretario de la Unión Cristiano Demócrata, Peter Altmeier, en referencia a un reporte de los medios acerca del pacto entre la canciller federal Angela Merkel y líderes de la alianza.

Apostados en la acera frente a la residencia presidencial alemana, el Palacio de Bellevue en Berlín, los indignados manifestantes portaban pancartas en las que llamaban al jefe de Estado a dimitir. La protesta popular estuvo acompañada por el ruido estridente de silbatos y cornetas.

La manifestación había sido convocada a través de las redes sociales con el lema “Mostremos el zapato al señor Wulff (Shoe for you, mister president!”)

En la cultura árabe, arrojar un zapato es signo de ira y desprecio. Pero no queremos arrojarlos, sino ponerlos en alto, precisó Jürgen Jänen, uno de los líderes de la protesta.

En el Palacio Bellevue ondeaba la bandera alemana, lo que revela la presencia del mandatario en el recinto de la sede presidencial. Sin embargo, Wulff no se dejó ver ante los manifestantes.

El presidente alemán es cuestionado fuertemente desde hace semanas por un crédito que contrajo para costear la compra de una casa para su segunda familia, sus vacaciones en casas de poderosos y el intento de frenar o aplazar una publicación de prensa sobre estos dispendios.

El escándalo estalló en diciembre, cuando el periódico Bild –el de mayor tiraje en Europa– dio a conocer la existencia del crédito hipotecario por 500 mil euros que recibió de parte de la esposa de un amigo millonario. Pero el asunto se agravó cuando se supo de sus presiones a ese medio de comunicación para evitar la publicación.

Wulff admitió días atrás haber cometido errores en el manejo del affaire, pero aseguró que no había violado la ley y que no tenía intención de dejar el cargo.