Kabul, 11 de diciembre. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, acusó hoy a los extranjeros de alimentar la corrupción en el país, al otorgar contratos a privilegiados y crear obstáculos a la lucha contra este tipo de irregularidades.

Tenemos problemas tanto con afganos como con extran- jeros. Nuestros colegas extranjeros no sólo no han cooperado sino además han creado obstáculos, afirmó el presidente durante un discurso en Kabul a raíz de la jornada internacional contra la corrupción.

Una de las formas de reducir la corrupción es que los extranjeros cesen de conceder contratos a personas próximas a altos responsables gubernamentales. Debemos reformar el sistema de contratos, afirmó el mandatario afgano en su alocución.

Según el actual informe de corrupción de la organización Transparencia Internacional, Afganistán se sitúa en el puesto 180 de 182 y, con ello, es uno de los países más corruptos del mundo.

Hace una semana, durante la conferencia internacional sobre Afganistán en Bonn, el gobierno afgano volvió a comprometerse a aumentar los esfuerzos para combatir este flagelo.

Durante su discurso, el mandatario anunció este domingo que la cifra de muertos por los atentados del martes pasado contra musulmanes chiítas aumentó a 80. Hasta ahora, las autoridades habían hablado de 63 muertos y 130 heridos.

Los atentados, dijo Karzai, ocurrieron en un momento en que los afganos estaban felices luego del éxito de la conferencia de Bonn, en referencia a una reunión internacional realizada en Alemania para discutir el futuro de Afganistán.

El grupo Lashkar Jhangvi que opera desde el vecino Pakistán se responsabilizó de los atentados.

La espiral de violencia en Afganistán va en ascenso desde 2001, a raíz de la invasión de Estados Unidos el 7 de octubre de ese año.

El sitio de Internet icasualties.org publicó que aún sin concluir el presente año, los muertos entre las fuerzas de ocupación llegaron a 544, de los cuales 406 son estadunidenses debido a la violencia en el país asiático.