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Denuncia ciudadana delata sede de perreos en la Miguel Hidalgo

En el momento que se clausuró el local había unas 600 personas, señalan autoridades

Se presume que, además de la venta de bebidas alcohólicas, se consumían drogas

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Las fiestas clandestinas pueden desarrollarse en cualquier lugar. En marzo del año pasado fue descubierta una celebración de este tipo en el décimo piso del edificio de la CanacintraFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Lunes 28 de noviembre de 2011, p. 40

Las fiestas llamadas perreos se han convertido en una atracción para los jóvenes. A ellas asisten muchos adolescentes, hay música, baile, bebidas embriagantes y se han vuelto un lugar propicio para la venta y distribución de drogas, lo cual ha sido denunciado por diversas autoridades del Distrito Federal.

El principal problema que han enfrentado para impedir que se lleven a cabo este tipo de reuniones es que se efectúan en sitios diferentes; en la organización intervienen varias personas y la invitación es por medio de redes sociales o se corre la voz entre los jóvenes, ya sea en las escuelas o centros de reunión, señalan.

Sin embargo, en la delegación Miguel Hidalgo, por medio de una denuncia ciudadana, se clausuró un establecimiento ubicado en la calle Felipe Carrillo número 281, en la colonia Popotla, donde se efectuaba una fiesta clandestina de este tipo.

El perreo, de acuerdo con las autoridades, es un estilo de baile, se conoce en Estados Unidos como grinding –movimiento en circulo–, booty dancing –agitando el trasero–, o también bumping –golpe entre caderas. Puede ser rápido y agresivo o lento. En cualquier caso, la actitud de los participantes es bailar como si estuvieran tratando de seducir a la pareja en medio de la pista, con movimientos lascivos y sensuales, incitando la mímica de posiciones sexuales, refieren las autoridades.

Durante un operativo llevado a cabo por personal de la delegación Miguel Hidalgo en coordinación con el Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal (Invea-DF) y la Secretaría de Seguridad Pública en el negocio denominado Capricornio, localizado entre Felipe Carrillo y Mariano Escobedo, se clausuró el negocio, que carecía de los permisos para la fiesta que tenía en ese momento una asistencia de 600 personas, entre las que había menores de edad.

Previo al dispositivo, personal de la delegación verificó el establecimiento, pues según la denuncia ciudadana se efectuaban fiestas clandestinas masivas a las que acudían jóvenes y adolescentes a escuchar música, bailar y tomar bebidas embriagantes presumiblemente también había consumo de drogas.

Las autoridades de la delegación Miguel Hidalgo informaron que al desalojar el negocio no se presentó ningún altercado ni agravio en contra de las personas, tampoco hubo daños al local, por lo que una vez que quedó completamente vacío, se procedió a la clausura del establecimiento. Además, señalaron que continuarán las verificaciones en varios negocios en colonias de la demarcación.