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Hoy termina la FILIJ en el Centro Nacional de las Artes

Fábulas del edificio de enfrente, historias sin moraleja: Corona

La imaginación es el motor en las historias del libro, define la autora

Foto
Ilustración de Fernando Rubio Ferruco que ilustra la portada del libro de Elisa Corona
 
Periódico La Jornada
Domingo 20 de noviembre de 2011, p. 5

¿Qué es esto?, ¿quién eres tu?, ¿dónde estamos?, ¿cómo sucedió esto?, ¿por qué? y ¿para qué? son algunas de las preguntas que constantemente hacen los niños. Algunas personas no comprenden que forman parte de su aprendizaje. Un pequeño siente curiosidad por cosas simples, pero también le atrae la vida del adulto, esto motivó la escritura del libro Fábulas del edificio de enfrente, de Elisa Corona.

En el volumen, que se presentó el miércoles pasado en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, la autora plantea que los niños necesitan descubrir su mundo y todo lo que les rodea, incluso a partir de la imaginación.

El motivo principal en las tres historias del libro es la curiosidad, que puede ser buena y mala. Se dice que la curiosidad mató al gato, pero murió sabiendo todo y eso pretendo con este volumen, porque son los niños quienes empiezan a curiosear en la vida de los maestros, de los vecinos, para ellos es raro no saber qué pasa en la vida de esas personas que ven todos los días; generalmente los adultos no aceptamos que estamos expuestos a la mirada del niño, que con su imaginación busca desmitificar a ese personaje serio que ve en las clases, explicó la autora.

Agregó que los adultos tienden a no mostrar algunas de sus facetas a los niños, por eso utilizó el tema de la curiosidad para despertar su creatividad y darles luz verde a su imaginación.

“Los textos que conforman Fábulas del edifico de enfrente –inspirados en personajes reales– están abiertos a la imaginación –señaló la autora– porque propongo situaciones al lector de lo que podría pasar a esos personajes, no son cuentos que tienen principio y final, sino finales abiertos para que los niños imaginen lo que puede pasar con la vida de los protagonistas.”

La escritora consideró que un elemento importante en cualquier texto dirigido a los niños debe incluir un aspecto cómico, gracioso o ridículo para que no vean a la lectura como algo aburrido.

“Durante mucho tiempo –señaló Corona– se tuvo la idea de que la literatura infantil debía enseñar algo o tener moraleja de acuerdo con el pensamiento del autor o editor, pero ya no se trata de una censura institucional, sino de quienes ahora eligen los libros: los padres y las escuelas.

Es necesario despertar la imaginación y el gusto por la lectura y no tratar de enfocarlo a una cuestión didáctica o ética, porque eso es un criterio parcial.

Señaló que la editorial Textofilia con la colección El Gato promueve la lectura en los pequeños desde una mirada lúdica, ya que abarca aspectos fundamentales y divertidos para generar gozo en el conocimiento.

Editados en formato amplio, los títulos de Textofilia están dedicados a niños de distintas edades para mostrarles formas de vida, puntos de vista y fomentar el diálogo sobre diversos temas.

Con un contenido divertido, Elisa Corona invita a los lectores a observar la vida de las personas que habitan un edificio y con ello, a imaginar un sin fin de situaciones buenas y malas que viven los vecinos.

Fábulas del edificio de enfrente cuenta la vida del nuevo vecino, un maestro de inglés que llegó a vivir al piso 63 y enseño a los niños a decir Hello, how are you, y los colores: yellow, red and blue, mientras que en el piso 31 vive un extraño doctor descolorido y flacucho; en el quinto , una chica comparte su sueño de ser modelo y todo lo que implica lucir bella y esbelta.

Sobre el título del libro, la autora aclaró que generalmente se piensa que las fábulas deben tener una moraleja, pero existe otra acepción de la palabra que es mentira, así que ese género lo es y entonces presenta tres historias que imaginó a partir de los recuerdos de su infancia.

Hoy es el último día de actividades de la Feria Internacional Infantil y Juvenil que se realiza en el Centro Nacional de las Artes (avenida Río Churubusco esquina Tlalpan, colonia Country Club).