Opinión
Ver día anteriorSábado 12 de noviembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Apuntes postsoviéticos

Represalias

L

a coexistencia de Rusia con el resto de las repúblicas de la antigua Unión Soviética –países independientes todos– dista de ser idílica y, en ocasiones, la tensión se incrementa al grado de propiciar decisiones absurdas, que nada tienen que ver con el problema que enfrenta al Kremlin con los gobiernos de sus vecinos.

Así, salvo cuando se llegó al extremo de romper relaciones diplomáticas con Georgia, después de la guerra de agosto de hace dos años, Rusia se limita a tomar represalias contra sus aliados formales, cuando las negociaciones fracasan.

A veces son las autoridades sanitarias las que, de pronto, descubren que, por ejemplo, el vino moldavo está adulterado y por consiguiente prohíben su venta, ni hablar ya del agua mineral Borzhomi, georgiana, que podría concluirse que está envenenada, o el Servicio Federal Migratorio, el cual –sin dar explicación alguna– comienza a deportar ciudadanos de alguna ex república soviética.

Estos días le tocó a Tayikistán, colindante con Afganistán en Asia central, que no produce vino ni agua mineral, pero exporta –y mucho– mano de obra barata a Rusia. El pasado jueves se deportó tan sólo de Moscú a 100 tayikos sin documentos y ayer viernes otros 134 esperaban correr la misma suerte.

La medida obedece al pulso que, desde hace unos días, mantienen Moscú y Dushambé por el caso de un ciudadano ruso condenado en Tayikistán a ocho años y medio de cárcel por supuesto contrabando.

Se trata del piloto de un avión de carga AN-72 que, por emergencia, tuvo que aterrizar en Tayikistán, procedente de Afganistán y con una turbina adicional a bordo, que los guardafronteras tayikos señalaron como prueba de contrabando.

El piloto argumentó que no tenía intención alguna de vender la turbina en Tayikistán y ni siquiera aterrizar, pero se vio forzado a hacerlo por una falla técnica de la aeronave.

Se dice que los tayikos ofrecieron a los dueños de la compañía transportista liberar al piloto a cambio de dos aviones de carga. Después se deslizó a los medios de comunicación que los tayikos buscan intercambiarlo por Rustam Jukumov, cuñado de la hija del presidente Emomali Rajmon, detenido y condenado en territorio ruso por narcotráfico.

La historia trascendió solamente porque el hijo del piloto hizo un llamamiento público al presidente de Rusia, Dimitri Medvediev, y éste ordenó esclarecer este caso de injusticia, algo muy oportuno a menos de un mes de las elecciones legislativas para renovar la Duma.

Es probable que este incidente se resuelva cuando, a puerta cerrada, hablen los presidentes. Las represalias dejan eco mediático, pero es impensable que Rusia se disponga a deportar al millón 500 mil tayikos que hay en sus territorio.