En un momento en que la economía mexicana entró en desaceleración, el comienzo del proceso electoral va a contribuir a impulsar el mercado interno, destacaron dos de los principales grupos financieros del país.

Un factor que debiera respaldar el consumo el próximo año es el ciclo político en la economía mexicana, consideró Sergio Marín, economista de HSBC en México. Las tasas de crecimiento del consumo en años electorales han sido mayores que el promedio de los cinco años anteriores, consideró el experto de la filial mexicana del grupo financiero inglés.

Los políticos quieren inaugurar hacia el término de las administraciones, comentó a su vez Julián Cubero, economista en jefe de análisis macroeconómico para México de BBVA Research, al comentar que en los últimos dos sexenios aumentó el gasto y la inversión del sector público en el año de la elección federal.

El miércoles pasado, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, descartó que la economía nacional se encamine a la recesión, pero destacó la pérdida de dinamismo de la actividad exportadora. El mercado interno, según el Informe sobre la inflación julio-septiembre 2011, también parecería mostrar de manera incipiente una desaceleración.

Esperan más consumo

La recuperación del consumo y la inversión internos, realizados por empresas y familias en el mercado local puede hacer menos dependiente a la economía nacional de las fuentes externas de crecimiento, expuso Sergio Marín, de HSBC. Consideró que el consumo interno se recuperará en 2011 y retomará su patrón histórico en año electoral de crecer más rápido que el PIB. Así ocurrió en 2000, cuando el consumo privado aumentó a una tasa anual de 8.2 por ciento, mientras la economía en conjunto lo hizo 6 por ciento; o en 2006, cuando las tasas fueron, respectivamente, de 5.7 y 5.2 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“Un factor que debiera respaldar el consumo el próximo año –con elecciones presidenciales– es el ciclo político en la economía mexicana”, expuso el economista de HSBC. Las tasas de crecimiento del consumo en años electorales han sido mayores que el promedio de los cinco años anteriores, excepto en 1994, agregó. Debiéramos empezar a detectar mejores condiciones en el consumo final, a menos que las condiciones globales y de Estados Unidos se deterioren más de lo esperado, abundó.