Londres, 7 de noviembre. Análisis computarizados de determinados controles cerebrales podrían ayudar a predecir la gravedad o el plazo de la enfermedad de un paciente sicótico y permitir a los doctores tomar decisiones más adecuadas sobre la mejor forma de tratarlos, dijeron el lunes investigadores.

En un estudio publicado en la revista Psychological Medicine, científicos del Instituto de Siquiatría del Colegio Real y del departamento de ciencias informáticas del Colegio Universitario de Londres hallaron que usar algoritmos informáticos para analizar imágenes cerebrales por resonancia magnética (IRM) puede predecir el desenlace del paciente.

Es el primer paso para poder emplear las imágenes cerebrales para proporcionar un beneficio tangible a los afectados, dijo Paola Dazzan, del Colegio Real, que codirigió el estudio.

La experta añadió que esto podría llevar en el futuro a una forma confiable y rápida de predecir cómo evolucionará la enfermedad de un paciente, lo que permitiría a los doctores dar mejores tratamientos para los más necesitados y evitar dar antisicóticos a largo plazo a personas con sicosis moderada.

La sicosis es una enfermedad que afecta el cerebro del paciente alterando la forma de pensar, sentir y comportarse. También puede ir acompañada de alucinaciones y delirios.

Las formas más comunes son parte de trastornos mentales como la esquizofrenia –que afecta a unos 24 millones de personas en todo el mundo– y el trastorno bipolar, pero los síntomas sicóticos pueden aparecer también en enfermedades como el Parkinson o el abuso de drogas o alcohol.

Un estudio publicado en marzo halló que las personas que toman cannabis en su juventud incrementan drásticamente el riesgo de tener síntomas sicóticos, y que el uso continuado de esta droga puede elevar el riesgo de desarrollar un trastorno sicótico.

Afecta capacidad para vivir con normalidad

Los expertos dicen que muchos pacientes se recuperan de la sicosis y tienen síntomas mínimos, pero en otros puede persistir y afectar su capacidad para vivir con normalidad.

En la actualidad, los siquiatras no tienen formas de evaluar las probabilidades de que quien haya tenido un episodio sicótico vaya a desarrollar más.

El equipo de Dazzan trabajó con un centenar de pacientes y realizó resonancias cuando llegaron a la clínica con su primer episodio. Los investigadores escanearon también el cerebro de 91 personas sanas que formaron el grupo de control.

Los pacientes fueron seguidos hasta seis años después y colocados en grupos, entre quienes desarrollaron sicosis continuada, episódica o media, dependiendo de si sus síntomas continuaban o desaparecían durante ese tiempo.

El equipo analizó luego en detalle los controles cerebrales de 28 personas que tuvieron sicosis continuada, 28 pacientes con trastorno episódico y 28 controles sanos, y usaron los datos para entrenar a un software informático basado en reconocimiento de pautas para permitirle distinguir niveles de gravedad.

Cuando el algoritmo resultante se usó en controles de pacientes que habían tenido un primer episodio sicótico, fue capaz de seleccionar a quienes habían experimentado después una sicosis continua y quienes desarrollaron episodios más benignos, en siete de cada 10 casos, dijeron los investigadores.

Demostramos que, en principio, sería posible usar controles cerebrales para identificar (...) pacientes que posiblemente seguirán teniendo enfermedad sicótica continua y los que desarrollarán una forma menos severa, dijo Janaina Mourao-Miranda, quien trabajó en el estudio con Dazzan.

Los controles estructurales mediante IRM pueden obtenerse en 10 minutos, por lo que esta técnica podría incorporarse en las investigaciones clínicas de rutina, añadió la especialista.