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Hoy y el lunes 7, la artista estadunidense presentará Delusion en el Palacio de Bellas Artes

¿Qué será del hombre si logra vivir más que su dios?: Anderson

Explica el título del show multimedia: es una percepción mental errónea; la realidad como quisiéramos que fuera

Estrenó el espectáculo en las Olimpiadas de Invierno de Vancouver 2010

 
Periódico La Jornada
Sábado 5 de noviembre de 2011, p. 6

No es que no me guste la felicidad; lo que no me gusta es la felicidad falsa, la risa fingida, compartió la creadora estadunidense Laurie Anderson, quien se define simplemente como artista.

Este sábado 5 y lunes 7, la sala principal del Palacio de Bellas Artes será el escenario de Delusion, espectáculo de música, palabra e imagen que la artista multidisciplinaria ha presentado en diversos países, luego de estrenarlo en las Olimpiadas de Invierno de Vancouver 2010.

En este show multimedia, la cantante también tocará el violín, contará historias e incluirá marionetas electrónicas e imágenes de video. Para mí es muy emocional el violín, es como si llorara. Doy el texto, las palabras, y el violín llora, dijo durante una charla íntima con la prensa, sin micrófonos, sin fotos, realizada el mediodía de ayer en una de las terrazas del Palacio de Bellas Artes.

Para entender la intención del título del espectáculo, explicó que mientras illusion es una percepción equivocada, delusion es un error mental. “Es una percepción mental equivocada, no ves las cosas como son, sino como quisieras que fueran. Todos tenemos delusion todo el tiempo.”

Procesos de creación

Acerca de su forma de trabajo, comentó: Construyo cosas en forma orgánica; cuando comienzo algo no sé cómo va a terminar. Como soy una artista multimedia, uso todo: gráficos, animación, títeres, electrónica, música, historia. Nunca me tengo que quedar realmente en un sólo elemento. Algunas veces comienzo con una ópera y terminó haciendo otra cosa. Este no es un problema para mí.

Anderson coincidió en que Delusion es en parte sombrío, y agregó: Definitivamente, no es un musical de Broadway, pero hay humor. En muchos sentidos, abundó, este espectáculo también está permeado por la relación con la madre, además del tema del amor.

“Es un trabajo que los espectadores pueden ver desde muchos niveles. En muchos sentidos es un concierto de música. Al principio de este proyecto había muchos músicos trabajando conmigo; era muy estruendoso, grande, y pensé: ‘hay algo que no está bien con esto’. Sentí que no era muy claro, y cuando trataba de editar sentía que era demasiado. Entonces comencé a eliminar músicos, sonidos, para que la historia pudiera ser ella.”

En el espectáculo plantea varias interrogantes; una es, al principio, relacionada con la novela Moby Dick, de Herman Melville. ¿Qué será del hombre si logra vivir más que su dios?; es decir, ¿qué le sucederá a alguien que pueda sobrevivir a sus creencias?, ¿qué harías entonces?, ¿cómo continuarías? Para Melville esa era una gran pregunta, toda la vida de esa gran ballena fue una gran pregunta que el escritor no podía entender. En cierto momento perdió su fe en muchas cosas, pero me encanta la manera como cuenta la historia.

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Como soy una artista multimedia, uso todo: gráficos, animación, títeres, electrónica, música, contó la creadora en charla con la prensaFoto José Antonio López

Al comentar sobre la parte teatral y literaria de Delusion, Anderson mencióno la presencia de escritores como Balzac, a los que observa más bien como contadores de historias, y fueron elegidos porque tienen muchos personajes que se conectan con el espectáculo que quería crear.

La artista compartió claves de sus modos creativos. “Trabajo con una forma muy antigua de historias; no me considero una artista vanguardista. Por supuesto que sí trabajo con mucha multimedia, tengo varias computadoras, todo mi show está contenido ahí, lo cargo todo el tiempo, pero también con arte tradicional, uso recursos modernos pero mi estilo, mi forma, es antigua.”

Tercera dimensión sin lentes

Este trabajo, agregó, es acerca de historias, comienza con el final: la imagen de un burro que trata de alcanzar una zanahoria, pero que termina muerto. “Me pregunté cuál es el sentido de ello. ¿Qué haces cuando este mecanismo falla? Hay 20 historias pequeñas en Delusion, es como una película en tercera dimensión, pero sin lentes.”

Dijo que la historia también es acerca del lenguaje y está ligado con su madre. “Cuando ella murió dio un enorme discurso. Sus ocho hijos estábamos juntos, fue como si se hubiera levantado y agarrado un micrófono para contar la historia y decir adiós. Ella hablaba de los animales que vio en el cielo y al mismo tiempo de nosotros. Es un lenguaje roto, destrozado.

“Uno se da cuenta de cuánto el mundo es lenguaje, las historias que nos decimos a nosotros mismos, sobre quiénes somos, adónde vamos. Por eso se llama Delusion, porque son dos mundos: el del lenguaje y el de las cosas esenciales.”

Laurie Anderson rechazó ser una artista de vanguardia y compartió su visión sobre ese concepto: “Un amigo me dijo recientemente que él no era parte del mundo del arte, sino del mercado del arte. En la economía del arte y en el marketing esos términos son más bien utilizados para calificar a los artistas como vanguardistas o experimentales. Son términos que no definen realmente el arte, sino que son una etiqueta de éste”.