Política
Ver día anteriorViernes 4 de noviembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Amenaza de nueva recesión mundial
Apremian a resolver crisis de deuda europea para evitar reacción en cadena

La presidenta Cristina Fernández demanda frenar el anarcocapitalismo

El G-20 discute apoyo a Italia y España para impedir que sean arrastrados por los problemas de Grecia

Naciones Unidas llama a crear trabajo decente

Foto
Gobernantes y directivos de organismos internacionales posan para la foto oficial de la cumbre del G-20, en Cannes, FranciaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 4 de noviembre de 2011, p. 2

Cannes, 3 de noviembre. La crisis de deuda en Europa, que se propaga ya a Italia y amenaza con hundir la economía mundial en una nueva recesión, centró los trabajos de los mandatarios de las potencias desarrolladas y emergentes del Grupo de los 20 (G-20), reunidos aquí.

Las miradas se han fijado en la crisis originada en Grecia, que está amenazada por la suspensión de pagos (default). Sin embargo, el G-20 delineará un plan para que la economía mundial y el empleo vuelvan a crecer de manera equilibrada, estrategia que incluirá una promesa de Italia de reducir su deuda y su déficit, según un borrador de un comunicado del grupo.

El G-20 discute la hipótesis de construir una red de protección para Italia y España, a manera de evitar que se vean arrastradas por la crisis del país heleno.

En su intervención, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, país miembro del G-20, advirtió que el mundo está a tiempo de cambiar la actual situación, aunque para cambiar es necesario tocar intereses, pequeños pero poderosos.

Agregó: muchas veces es mejor enfrentar a esos poderosos intereses que más adelante enfrentar la furia de la sociedad.

Los países de la zona del euro acordaron acelerar el fondo de rescate de esa moneda y lanzar un mensaje tranquilizador a los mercados luego de los acontecimientos en Grecia.

El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda; el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de China, Hu Jintao, coincidieron en que hay que resolver el problema de la deuda en Europa con el fin de evitar una reacción en cadena en el resto del mundo.

Los europeos pusieron de nuevo la presión en Grecia para que cumpla el acuerdo logrado el pasado 27 de octubre por los países de la eurozona. Obama declaró que lo más importante es resolver la crisis financiera en Europa.

La mandataria argentina instó a poner fin al anarcocapitalismo. Aseveró que si esto se profundiza, van a empezar a cuestionarse las democracias, pues Europa tiene una historia de cómo surgen gobiernos totalitarios en medio de crisis económicas que no pueden resolver.

El G-20 evalúa proponer una nueva línea de crédito a seis meses del Fondo Monetario Internacional (FMI) para países que enfrenten choques exógenos, reveló un funcionario cercano a las conversaciones en Cannes.

Las líneas de crédito podrían estar valoradas en cinco veces la cuota de un miembro del FMI, confió la fuente, aunque anotó que no serían diseñadas para países que están en medio de la crisis, como Italia y España.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, instó a crear más fuentes de empleo y escuchar a los pueblos que claman por trabajo para poder moldear sus vidas y futuro.

La gente pide respeto a su dignidad humana, la dignidad y el respeto que se obtiene con el trabajo decente, expresó Ban ante los mandatarios del G-20.

Consideró que es necesario firmar un nuevo contrato social en el siglo XXI, el cual debe incluir el Pacto Mundial para el Empleo impulsado por la Organización Internacional del Trabajo.

El millonario y filántropo Bill Gates llamó a no olvidar la ayuda al desarrollo de los países más pobres, a pesar de la tormenta financiera que sacude Europa.

No quiero de ninguna manera minimizar la importancia de esta crisis, pero pienso que mientras se le hace frente, debemos tener presentes a los países más pobres, subrayó el fundador de Microsoft, invitado especial de la presidencia francesa del G-20.

La zona euro está preparada para seguir apoyando a Grecia, pero este país necesita respetar el paquete de ayuda y seguir cumpliendo el programa de la Unión Europea (UE) y el FMI, señalaron los presidentes de la propia UE, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en un comunicado conjunto.

Esto debe quedar claro como el agua, dijeron antes de apelar a la unidad nacional y política y al sentido de la responsabilidad de los griegos, tras la situación en que ha quedado el primer ministro Giorgios Papandreou que dio marcha atrás a su criticada idea de convocar un referendo luego de las divisiones generadas hasta en sus propias filas socialistas.

El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, presentó a sus socios europeos las medidas anticrisis adoptadas la víspera, que debe someter al Senado la próxima semana mediante un voto de confianza, según una fuente gubernamental.

Por eso, los europeos tratan de dar forma rápidamente al Fondo de Estabilización Financiera con el fin de dotarle con poder de respuesta y poner un cortafuegos al contagio de pesos pesados como Italia o España, para lo que cuentan con los países emergentes.

China podría destinar 100 mil millones de dólares (73 mil millones de euros) a apoyar a la eurozona, recordó un miembro del comité de política monetaria del banco central chino al diario francés Le Figaro de este jueves.

Brasil también ha reiterado su disposición a contribuir por conducto del FMI para ayudar a Europa, aunque no habló de cantidades, señalaron fuentes diplomáticas del país sudamericano.

En cambio, la introducción de una tasa a las transacciones financieras, como desea fervientemente el anfitrión de la cumbre, el presidente francés Nicolas Sarkozy, tendrá que esperar a mejor momento pese al apoyo de países como Brasil y Argentina.

México, que asumirá este viernes la presidencia del G-20, también ha propuesto, haciéndose eco de muchas opiniones en este sentido, que se ponga fin al control de las divisas para mantenerlas artificialmente subvaluadas, en particular el yuan chino, con el fin de facilitar sus exportaciones, así como con el proteccionismo, pese a que Brasil está tratando por todos los medios de sacar esta palabra de la declaración final.