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Para huir de carabineros, alumnos de secundaria se arrojan a las aguas del río Mapocho

Critica la CIDH el deplorable uso de la fuerza policial contra jóvenes chilenos

La represión, para que los estudiantes no pongan en riesgo su integridad física: portavoz de Piñera

Varios adolescentes resultaron heridos, entre ellos una embarazada y una recién operada; 4 detenidos

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Agentes antidisturbios proceden a desalojar del río, con excesivo uso de violencia, a los estudiantes de secundaria, muchos de ellos casi niñosFoto Reuters
Corresponsal y agencias
Periódico La Jornada
Sábado 29 de octubre de 2011, p. 23

Santiago, 28 de octubre. Estudiantes de la enseñanza secundaria se lanzaron hoy a las aguas del río Mapocho, que cruza Santiago de este a oeste, después de ser desalojados con violencia por la policía militarizada de carabineros cuando intentaban instalar un campamento en un sector de la capital.

El vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes de Secundaria (ACES), Alfredo Vielma, informó a los medios que los carabineros arremetieron con golpes contra los jóvenes, a pesar del carácter pacífico de la manifestación, y señaló que la ocupación de la ribera del Mapocho es la primera de muchas más acciones programadas por los jóvenes.

Por su parte, la Comisión Internacional para los Derechos Humanos (CIDH) criticó la deplorable utilización desproporcionada de la fuerza pública del gobierno del presidente Sebastián Piñera para reprimir a los manifestantes estudiantiles, acciones que vienen realizándose desde hace seis meses.

Los alumnos de la educación secundaria bajaron al Mapocho a la altura del puente Pío Nono, en la cercanías de la Plaza Italia, e instalaron un par de carpas con la intención de quedarse en forma indefinida en el lugar, en un intento por emular a un grupo de deudores habitacionales que en 2009 instaló, por 42 días, un campamento en el mismo sitio para presionar al gobierno derechista a solucionar sus demandas.

Pocos minutos después, un contingente policial rodeó el lugar y conminó al grupo de 38 estudiantes a desalojar el lecho del río.

Luego, los carabineros bajaron al lugar con sus fuerzas especiales para desalojarlos, tras lo cual los jóvenes se tomaron de los brazos y empezaron a entrar al cauce del río, que es poco profundo a esa altura pero con mucha corriente.

Un grupo de policías bajó hasta el lugar y se lanzó a golpes contra algunos estudiantes que ya se encontraban sobre el agua.

Varios jóvenes se mojaron las piernas y dos quedaron empapados cuando resbalaron y cayeron a consecuencia de la operación de desalojo y el forcejeo, en tanto que otros resultaron con golpes propinados por la policía, entre ellas una estudiante embarazada y una alumna recién operada de la columna. El saldo fue de cuatro estudiantes de secundaria detenidos.

De acuerdo con los manifestantes, la protesta fue contra la clase política chilena, en el contexto de un extenso conflicto estudiantil que se ha prolongado por seis meses y busca la gratuidad y la calidad de la educación en Chile.

El comandante de la policía, Mario Rozas, justificó la violenta acción policial en la protección de los menores, mientras que los estudiantes denunciaron una fuerte represión de los carabineros.

Ellos en forma temeraria comenzaron a amenazar con lanzarse a las aguas del río Mapocho, por tal motivo se hizo un despliegue y el personal que participaba fue el suficiente y necesario para asegurar la integridad física de los menores de edad en el contexto de una situación de orden público, indicó el jefe policial.

Alfredo Vielma, vocero de la ACES, señaló que hoy pudimos ver cómo la policía militar quiere violentar a los estudiantes de la Región Metropolitana, que estaban manifestándose pacíficamente, pero buscan criminalizarnos y llevarnos presos.

En declaraciones al diario chileno La Tercera, el líder estudiantil señaló que replicaremos este tipo de ocupaciones en lo que queda del año. Radicalizaremos las movilizaciones porque nos ayudan a acercar las demandas a la gente y a interactuar con ellos. Además, las marchas ya no convencen al gobierno.

El dirigente afirmó que la ACES se adherirá al paro del 5 y 8 de noviembre de la Confederación de Estudiantes de Chile.

Más tarde, Andrés Chadwick, vocero del gobierno del presidente Piñera, reiteró que no permitiremos que estos jóvenes pongan en riesgo su integridad física.

En tanto, el relator sobre los Derechos para los Niños y Adolescentes de la CIDH, Paulo Sergio Pinheiro, calificó este viernes de deplorable la desproporcionada utilización de la fuerza contra los jóvenes en las manifestaciones estudiantiles de Chile.

La conclusión básica es: la manera con la que esas manifestaciones en que estaban niños, niñas y adolescentes fueron reprimidas fue lamentable, deplorable y hubo un claro uso de desproporcionalidad de la fuerza, afirmó.

No es algo compatible con la convivencia democrática, afirmó el comisionado brasileño, durante una audiencia en la CIDH, en la cual los estudiantes chilenos denunciaron una supuesta represión desmedida por la policía chilena en las marchas que protagonizan desde hace casi seis meses.

Pinheiro afirmó que ya es hora de que el gobierno de Chile piense en reformar un decreto que regula las manifestaciones heredado de la época de la sanguinaria dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).

Por otra parte, hoy se informó que el presidente Piñera es, con sólo 28 por ciento, el jefe de Estado con menor apoyo de las 18 naciones de América Latina, según el índice Latinobarómetro.

El mandatario presenta un descenso de 27 por ciento con respecto a 2010, lo que constituye la caída más grande a escala continental marcada por el conflicto estudiantil que enfrenta su gobierno.

El estudio da cuenta de una reducción en el apoyo de la democracia en el país, pasando de 63 a 61 por ciento. Situación similar se registra en cuanto a la imagen de progreso de Chile, el cual cayó de 55 a 29 por ciento.

Aunado a ello, sólo 29 por ciento piensa que Piñera gobierna para el bien de la población, 6 por ciento cree que hay una justa distribución de la riqueza y 53 por ciento dice que la democracia chilena carece de justicia social.