Luego de que el domingo pasado el cardenal Norberto Rivera Carrera señaló que la Iglesia debe y puede participar en asuntos políticos, la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) demandó que se permita a los ministros de culto el pleno ejercicio de sus derechos políticos, para que efectivamente se respeten los derechos humanos observando el principio de igualdad.

Arturo Farela, presidente de la Confraternice, indicó que todas las corrientes vanguardistas del mundo occidental defienden la plena libertad que debe otorgarse a los ministros de culto en el ámbito político, y resaltó que la que se rehúsa a esta posibilidad es la clase política, misma que impidió que avanzaran las refomas sobre el referéndum, el plebiscito, la consulta popular, la revocación de mandato y los mecanismos de democracia directa.

Añadió que vivimos en un mundo de simulación; todos sabemos que la jerarquía católica interviene en cuestiones de política proselitista, y esto exhibe lo inútil que ya resulta la fracción E del artículo 130 constitucional.

Farela puntualizó que por ello nos sumamos a las voces que exigen se conceda pleno respeto a los derechos humanos de los ministros de culto. Ya es el momento de abandonar los prejuicios laicistas que ya no corresponden con el México moderno, vanguardista y verdaderamente democrático que todos queremos.