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Es una victoria de la resistencia y del pueblo, señala una residente

Bienvenida de héroes en Gaza a cientos de palestinos excarcelados
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Ismail Haniyeh, líder de Hamas, saluda en Gaza al paso de palestinos excarceladosFoto Reuters
The Independent
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de octubre de 2011, p. 25

Ciudad de Gaza, 18 de octubre. En un despliegue de fuerza inusitado en estos días, integrantes enmascarados y fuertemente armados del brazo militar de Hamas, las Brigadas Al Qassam, se unieron a los cientos de miles de jubilosos palestinos que se aglomeraron en la plaza Katiba de la ciudad de Gaza para saludar el arribo de casi 300 prisioneros recién liberados.

La vista de tantos combatientes a plena luz del día fue como volver a una era mucho más sangrienta, pero dio la impresión de que Hamas, artífice del intercambio de prisioneros más desproporcionado de la historia de Israel, quería lanzar el mensaje de que el lenguaje de la fuerza había dado resultado.

Es una victoria de la resistencia, una victoria del pueblo palestino, comentó Raida al-Uff, mujer de 30 años. Pese al sitio y al sufrimiento, los palestinos podemos estar felices, aunque sea por una sola razón.

En un escenario decorado con banderas y guirnaldas, un cartel gigante representaba la captura de un soldado israelí, recordando, por si hiciera falta, que fue el secuestro de Gilad Shalit, el soldado judío capturado hace más de cinco años, el que había ganado la libertad de más de mil palestinos. ¡Queremos otro Shalit!, coreaba la multitud, grito que dará escalofríos a muchos israelíes para quienes la libertad de un soldado de su país tuvo un precio demasiado alto y podría alentar a los palestinos a repetir el ejercicio.

Israel liberó un primer grupo de 477 prisioneros, y los otros 550 serán soltados en dos meses. De hecho, muchos de los que volvieron este martes a Gaza, así como decenas de deportados más que regresan a Cisjordania, son hombres con sangre en las manos, entre ellos algunos responsables de los ataques más notorios al suelo israelí en la década pasada.

Los que Tel Aviv consideró demasiado peligrosos para enviarlos a Cisjordania o Jerusalén oriental fueron deportados a Gaza, que está bajo bloqueo israelí y es inaccesible para la mayoría de los palestinos.

Pero todos recibieron bienvenida de héroes. En algunos casos, las familias habían esperado más de 30 años por su libertad. Conforme los prisioneros llegaban al cruce fronterizo de Rafah, esta mañana, algunos cayeron de rodillas para besar el suelo antes de reunirse con sus seres queridos. Raed Abu Lebdeh, al abrazar a su hija de 13 años por primera vez desde su arresto, hace esos mismos 13 años, dijo que era un momento de indescriptible alegría; ella lloraba.

Luego abordaron autobuses hacia Gaza, donde 100 mil o más personas flanqueaban la ruta del convoy, encabezado por el primer ministro Ismail Haniyeh, de Hamas, en un carro cantina. Conforme los autobuses se acercaban a la plaza, brotaron ovaciones entre la multitud. Haniyeh dijo a su pueblo que la captura del soldado israelí fue esencial para ganar la libertad de cientos de palestinos. Algunos describieron la captura de Shalit como una aventura sin valor, pero hoy se demuestra que estaban equivocados, dijo.

En Ramalá, el presidente Mahmoud Abbas también habló ante grandes multitudes e intentó dar una rara muestra de unidad compartiendo el podio con tres líderes cisjordanos de Hamas.

Los palestinos tenemos una sensación de victoria, aunque no completa, señaló Atef Massad, de 46 años, en referencia a los más de 5 mil compatriotas suyos que siguen en poder de Israel. Es algo que le hemos arrebatado a Israel por la fuerza, algo que no podemos obtener con negociaciones.

Entre tanto, Zahra Abú Jalali esperaba con paciencia entre la gente para ver a su hermano, Hamad, de 56 años, quien pasó 22 en prisión. Su familia no perdió tiempo en encontrarle esposa: una parienta de 20 años de edad. Según la hermana de Hamad, su futura esposa dijo: sacrificó su vida; ahora yo sacrificaré la mía.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya