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Los recursos de los trabajadores mexicanos financian empresas de otros países

Las Afore han invertido en el exterior $292.6 mil millones

Es una exportación de capitales que muestra la poca eficiencia del sistema financiero de México, afirma el director de Invex

Ese dinero debería ponerse a trabajar aquí, sostiene

 
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de octubre de 2011, p. 29

Recursos de los trabajadores mexicanos por 292 mil 637 millones de pesos, que están depositados en el sistema privado de pensiones, han sido transferidos al exterior para financiar empresas, en un movimiento que fue calificado como una exportación de capitales.

Es un ejemplo de la poca eficiencia del sistema financiero mexicano, opinó Juan Guichard, director general del Grupo Financiero Invex, al comentar sobre el uso de recursos confiados a las administradoras de fondos para el retiro (Afore) para ser invertido en acciones y títulos de deuda en mercados financieros del exterior.

Qué bueno que se invierte en otros países, pero si hay escasos recursos para invertir en México, ese dinero debería ponerse a trabajar aquí, dijo.

El sistema privado de pensiones es gestionado por las administradoras de fondos para el retiro, entidades que en su mayoría pertenecen a grupos financieros, que también tienen bancos o casas de bolsa.

Las Afore manejan recursos de los trabajadores por 2 billones 341 mil 102 millones de pesos, que equivalen a 16 por ciento del producto interno bruto, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), organismo regulador.

Las Afore tienen invertidos fuera del país 292 mil 637 millones de pesos, cantidad que equivale a 12.5 por ciento del total de los recursos propiedad de los trabajadores, según la Consar.

De esa suma, 222 mil 404 millones de pesos han sido empleados para la compra de acciones de empresas que cotizan en mercados bursátiles fuera del país –cuyo precio fluctúa de acuerdo con la variación de los mercados– y el resto, 70 mil 233 millones de pesos, en títulos de deuda internacional, según los datos de la Consar.

Es una exportación de capitales, consideró Guichard, sobre el uso de recursos del sistema de pensiones para realizar inversiones fuera del país.

Se están invirtiendo esos recursos en acciones de empresas de otros países, y qué bueno que se haga. Pero si aquí no tenemos capital para impulsar el crecimiento, aun así nos damos el lujo de exportar capital, añadió el director general de Invex, controlador de intermediarios financieros, cuyos accionistas son todos mexicanos, que opera en el país desde hace 20 años.

El uso de un recurso escaso en México para ser invertido fuera del país fue calificado por Guichard como una falta de eficiencia del sector financiero que opera en el país, en el que cuatro quintas partes del capital es controlado por firmas extranjeras. Si ese dinero se pusiera a trabajar en México se generaría actividad económica aquí, planteó.

La participación del sector financiero en el desarrollo económico del país deja mucho que desear, aseguró. Hoy en día el sistema financiero del país está concentrado, extranjerizado, con poca especialización y escasa participación en la actividad económica, dijo.

En México el tamaño del sector financiero equivale a 25 por ciento del producto interno bruto (esto es, unos 3.5 billones de pesos, sobre un PIB de 14.1 billones de pesos), cuando en otras economías con un nivel de desarrollo similar alcanza a ser de hasta 40 por ciento del PIB, expuso.

La conformación actual del sistema financiero es el resultado de las crisis de los últimos 30 años, desde la nacionalización de la banca en 1982. Muchas decisiones se tomaron en esa circunstancia de crisis y hoy tenemos esa concentración y extranjerización, apuntó.

El sistema financiero, añadió, requiere crecer de manera más uniforme, con mayor presencia local. Nos afecta la extranjerización. No hay un país en que 85 por ciento del capital (de la banca) esté en manos extranjeras, como aquí. No es que esté mal que haya extranjeros, qué bueno que vengan. Lo malo es que no haya más bancos mexicanos.

Una falla que observa es que no hay una definición del norte. No sabemos dónde queremos ir en la definición del sistema financiero, aseveró.