El Consejo Nacional de Población (Conapo) lanzará este mes una campaña de información que contribuya a evitar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual en adolescentes, sector en el que continúan las alarmas por la permanencia de un alto índice de relaciones sexuales sin protección.

Actualmente hay unos 70 embarazos por cada mil adolescentes (de entre 15 y 19 años de edad), cuando en otras naciones, como España, el indicador es 25. Por lo menos un tercio de estos casos fueron no deseados.

El Conapo cree firmemente en la salud reproductiva, en los derechos reproductivos y en la importancia de evitar embarazos no deseados y no planeados en poblaciones vulnerables como son jóvenes e indígenas. Sin duda un embarazo a los 15 años es altamente cuestionable e indeseable si no es planeado o no deseado, de eso estamos seguros. No somos del oscurantismo, señaló el titular del organismo, Félix Vélez Fernández Varela.

En el contexto de modificaciones de leyes estatales en torno al tema del embarazo y el aborto, así como de opiniones y resoluciones al más alto nivel que consideran la existencia de un ser humano desde el momento de la concepción, el Conapo debe cumplir con su responsabilidad de promover que en el sector público se proporcione información suficiente para que las mujeres decidan libremente cuándo y con qué frecuencia tener hijos.

Ante el debate, el presidente Felipe Calderón, ministros de la Corte y la subsecretaría de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de Gobernación respaldaron el criterio basado en el pacto de San José.

El Conapo, añadió el secretario general de este organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación, es un órgano del gobierno federal, con un consejo ciudadano donde figuran organizaciones de diversa índole, desde Provida hasta las que apoyan el aborto.

A nosotros lo que nos queda es acatar la ley vigente. En México los anticonceptivos son legales desde 1974; estos temas no son de contentillo o de capricho, subrayó.

La campaña irá a población urbana, rural, indígena; la información irá en el sentido de que usen condón para que se protejan. No obstante, el Conapo aclaró que vías como el aborto o la píldora del día siguiente no deben ser utilizados como métodos de planificación familiar. “Lo que hay qué enfatizar es el acceso a los servicios de la salud en la materia (…) No es deseable que la gente tenga hijos de manera irresponsable, desinformada y, a veces, sin libertad, cuando las mujeres son obligadas a tener relaciones sexuales sin protección”, añadió el funcionario.

Las encuestas y otras investigaciones sistematizadas por el Conapo y difundidas en los diagnósticos del Programa Nacional de Población 2008-2012 muestran signos del problema:

En 2009, 61.5 por ciento de las adolescentes no utilizó ningún método anticonceptivo en la primera relación sexual; entre quienes declaran sí haber utilizado algún método en el primer coito (38.5 por ciento), cerca de 90 por ciento recurrió al condón masculino.

Este hecho, precisa el Conapo, aproxima la participación masculina en el cuidado de la salud sexual, al menos en la primera relación sexual.

Sin embargo, la mayoría tuvo un primer encuentro sexual de riesgo, lo cual preocupa, pues favorece la ocurrencia de embarazos no deseados y la adquisición de padecimientos de transmisión sexual.

La política poblacional ha estado presente en el país desde 1974, cuando se publicó la Ley General de Población. Este ordenamiento señala la necesidad de adecuar programas de desarrollo económico y social a las necesidades que plantea el volumen, estructura, dinámica y distribución de la población. Asimismo, obliga al gobierno federal a emprender estrategias de planificación familiar por medio de servicios educativos y de salud pública disponibles, y a efectuar acciones encaminadas a la reducción de la mortalidad.

El Programa Nacional de Población busca impulsar la continuidad de los esfuerzos realizados al respecto y declara en su objetivo la intención de favorecer el ejercicio libre, responsable e informado de los derechos de las personas en los ámbitos de la sexualidad y la reproducción, para lo cual fija metas específicas en la prevalencia de uso de métodos anticonceptivos y fecundidad, en particular la que tiene lugar entre adolescentes.

Cifras difundidas por el Conapo indican que de 41.6 por ciento de adolescentes embarazadas, más de la mitad (22.9 por ciento) se clasifica en la categoría de embarazo planeado y de 21.7 por ciento de las no embarazadas ni amenorreicas, la mayoría (13.3 por ciento) se catalogue sin demanda de anticonceptivos, por ubicarse en la categoría desea pronto un siguiente embarazo. Esto se pudiera explicar por tratarse de mujeres casadas o en unión, lo cual, sin restar importancia a la incidencia de la concepción no planeada entre las más jóvenes, también pone el acento en un grupo de población que, por diversas causas, probablemente asociadas a la falta de oportunidades de desarrollo en otros ámbitos, orienta de forma temprana su proyecto de vida hacia la reproducción.