Mundo
Ver día anteriorViernes 7 de octubre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Conmemoran en La Habana atentado contra avión que cayó en Barbados y dejó 73 muertos

Excarcelan hoy a uno de los cinco convictos por espionaje en EU; aún no podrá volver a la isla

Cumplió 13 de los 15 años de condena; deberá permanecer tres años en libertad supervisada

Foto
Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, durante una ceremonia ayer, en recuerdo de las 73 víctimas del sabotaje a un avión civil que cayó frente a las costas de Barbados en 1976. El acto se realizó frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La HabanaFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 7 de octubre de 2011, p. 25

La Habana, 6 de octubre. En diciembre de 1990 robó cerca de La Habana una avioneta de fumigación y aterrizó en Boca Chica, Florida, se declaró anticastrista y se unió a un círculo de radicales que intentaban ataques violentos contra Cuba.

René González Sehwerert era en realidad agente de la inteligencia cubana, con la misión de reportar a La Habana los planes de atentados. Fue descubierto y detenido en 1998 y este viernes, con 55 años de edad, sale de prisión como protagonista de un caso que aviva el diferendo entre Cuba y Estados Unidos y prolonga la guerra fría.

Sin embargo, el episodio no ha terminado. González todavía tiene que gestionar la revocación de una orden judicial que le obliga a pasar en Estados Unidos tres años de libertad supervisada. Si lo logra, sólo entonces podrá volver a la isla, donde su imagen y la de sus cuatro colegas aún encarcelados se multiplica en oficinas, hoteles, escuelas y carteles callejeros. Se les llama los cinco héroes y el gobierno mantiene una intensa campaña por su liberación, que ahora es una pieza clave para aliviar las tensiones con Washington.

El diario oficial Granma dijo hoy que el gobierno de Estados Unidos respeta muy poco a sus propios muertos del 11 de septiembre, manteniendo confinados a estos hombres que justamente lo único que hicieron fue impedir que sucedieran actos como el sabotaje a un avión civil cubano, en el que murieron sus 73 ocupantes hace 35 años.

Cuba declaró esta fecha Día de la Víctimas del Terrorismo de Estado, por el derribo de la nave frente a las costas de Barbados en 1976, uno de los extremos más graves a los que ha llegado el conflicto de medio siglo. Con numerosos actos en el país también se recordó a los miles de cubanos muertos o que quedaron incapacitados para siempre, por atentados auspiciados por sucesivos gobiernos de Estados Unidos.

De padres cubanos, González nació en Chicago pero creció en la isla, donde estudió el bachillerato militar y se hizo piloto e instructor de vuelo, un perfil exacto para su tarea. Lo reclutó Hermanos al Rescate, un grupo de aviadores que, según testimonios del agente, además de salvar balseros cubanos extraviados, planeaba atentados contra la isla.

Junto con González, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) detuvo a otros nueve integrantes de los servicios secretos cubanos en Florida. Cinco de ellos pactaron su castigo al colaborar con la fiscalía. Los otros cinco fueron a juicio y recibieron sentencias por servir como agentes de un gobierno extranjero sin registrarse, entre otros cargos.

La Habana reconoció su operación, pero rechazó el proceso y el tamaño de las condenas –entre ellas, dos cadenas perpetuas para un solo sentenciado– por lo que ha llevado el caso hasta el centro del conflicto con Estados Unidos. González, que tiene doble nacionalidad, cumplió 13 de los 15 años de su pena, al observar buena conducta en prisión.

Apenas la semana pasada, en Naciones Unidas, el canciller Bruno Rodríguez actualizó los términos aceptables para Cuba en el camino de normalizar relaciones con su vecino del norte: un diálogo que incluya la cooperación contra el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de personas, los desastres naturales y la protección del ambiente, así como los asuntos humanitarios.

En la misma semana The New York Times preguntó al ministro sobre Alan Gross, el estadunidense sentenciado aquí a 15 años de cárcel por distribuir sin permiso equipo de comunicación, como parte de un programa del gobierno de Estados Unidos que busca cambiar el sistema cubano.

Rodríguez respondió: No veo otra forma en la cual podamos avanzar hacia una solución del caso del señor Gross, que no sea desde el punto de vista humanitario y sobre las bases de la reciprocidad. La agenda propuesta para Estados Unidos incluye el caso de los cinco cubanos, precisó el canciller. Así como está relacionado con la justicia, también es de carácter humanitario.

Los dos gobiernos consideran que sus respectivos presos debieran ser liberados de inmediato, aunque evitan hablar de un posible canje. Cuba acuñó la fórmula de gesto por gesto: cada país tomaría la decisión unilateral de abrir las rejas y repatriar a los excarcelados, sin que nadie reconozca que hubo un acuerdo, igual que un episodio que ya se produjo en los años 70.

En lo que ambos gobiernos coinciden es que mientras Gross y los cinco cubanos no vuelvan libres a sus casas, no habrá un avance en la relación bilateral.