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Una delegación de artistas nacionales participarán en el Festival de Otoño de París

Músicos mexicanos superan la crisis diplomática con Francia

Finalmente nos dieron la razón: la cultura no debía ser usada como herramienta para hallar solución en el asunto Cassez, sostuvo el pianista Raúl Herrera

Se acortó el programa, pero los cambios fueron de tamaño, no de calidad, dijo Hilda Paredes, asesora del encuentro europeo

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El pianista Raúl Herrera ofrecerá un concierto de música porfiriana que estaba programado para una exposición en el contexto del Año de México en Francia, que finalmente se canceló.Foto archivo
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Para Hilda Paredes, la representación nacional en Europa permitirá derrumbar clichés en torno a la música mexicanaFoto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Lunes 19 de septiembre de 2011, p. a10

El diferendo franco-mexicano de este año por el caso Florence Cassez representó la cancelación del Año de México en Francia. Sin embargo, una delegación de artistas mexicanos subirá a los escenarios de la capital de ese país europeo para participar en el Festival de Otoño de París, que comenzó este jueves y concluye el 31 de diciembre.

La representación mexicana busca llevar una parte poco conocida de México, abandonar los clichés con los que se identifica a la música de nuestro país. En el programa se anuncian las presentaciones de Son de Madera, Camperos de Valles, Encantamientos de Chiapas, un concierto del pianista Raúl Herrera y otro de música contemporánea con piezas de Mario Lavista, Jorge Torres Sáenz e Hilda Paredes, quien escribió una pieza a petición expresa del festival.

Paredes y Herrera hablan con La Jornada acerca de lo que el público del Festival de Otoño podrá disfrutar de México a partir del 8 de octubre y hasta el 18 de noviembre.

Haber mantenido este programa aun con los problemas entre México y Francia es una fortuna, porque ya había habido un enorme esfuerzo por parte del Festival de Otoño de París y de los artistas mexicanos que estamos participando para que esto se llevara a cabo, señala vía telefónica Raúl Herrera, cuyo concierto de música porfiriana se realizaría en el contexto de una exposición de obras mexicanas que se canceló.

Representa también una gran tranquilidad, porque tiene mucho sentido: los artistas de ambos países suscribimos un documento en el que decíamos que los problemas relativos al caso Cassez se tenían que abordar por medios diplomáticos y judiciales, que la cultura no tenía que entrar en ese problema, mucho menos ser utilizada como herramienta de presión para inducir alguna solución. Que se hayan mantenido esos actos me parece que es una forma de dar la razón a aquella expresión que tuvimos los artistas franceses y mexicanos.

Ahora los representantes de México “tenemos una responsabilidad enorme. Que originalmente fuéramos inscritos dentro de un panorama muy amplio de actividades culturales mexicanas –artísticas y de otra naturaleza– en algún sentido nos arropaba más. Ahora, por ser menos actividades, la responsabilidad es mucho mayor. Estar en un festival en el que hay homenajes a Pierre Boulés, John Cage, y con grupos de música y de teatro de muy alto nivel, implica una responsabilidad enorme. La representación de México tiene que hacer un esfuerzo quíntuple”.

Hilda Paredes, quien reside en Londres, fue una de las asesoras del festival en lo que a música se refiere. Éste es uno de los festivales más importantes de Europa, y la presencia de México es bastante fuerte. Afortunadamente, y a pesar de los problemas, de la crisis diplomática que hubo a principio de año y que llevó a la cancelación del Año de México en Francia, el festival pudo mantener gran parte de los planes que tenía para este año, y los cambios fueron más bien de tamaño, no de calidad.

Herrera y Paredes coincidieron en que los grupos que se presentarán en este encuentro artístico se alejan de los clichés acerca de la música mexicana. Un aspecto importante de este festival es que para el público europeo representa una posibilidad de escuchar obras, expresiones, que normalmente no se pueden escuchar en ningún contexto en Europa. En el caso de México, por ejemplo, las rezanderas y los carrancheros nunca se han presentado en territorio europeo, subrayó Paredes, quien hace varios años salió del país y ha realizado casi toda su carrera artística del otro lado del océano.

Raúl Herrera, quien participará también en el programa de radio L’humeur vagabond, destaca a su vez que los músicos mexicanos se alejan de dos clichés: “el primero de lo que es la música mexicana, y el segundo de la presentación tradicional del concierto, que es un formato que poco a poco se está teniendo que revisar. Lo que antes eran casi servicios religiosos se ha tenido que meter poco a poco en el mundo del espectáculo.

Vemos mucho esto en la ópera, o en estos grandes conciertos en estadios o las maravillosas puestas en escena que se hacen con miras a aparecer en video. Los artistas estamos revisando muchas cosas acerca de cómo tener el contacto con el público.

Así, el programa anuncia la presentación de Son de Madera, música popular de las regiones del Golfo de México; Camperos de Valles, Incantations du Chiapas (Encantamientos de Chiapas) y Polifonías de Durango (con los cardencheros) entre el 8 de octubre y el 16 de octubre en el Musée du Quay Branly y en L’Onde Théâtre et Centre d’Art Vélizy-Villacoublay.

Raúl Herrera presentará Música mexicana de salón los días 22 y 23 de octubre, con obras de Felipe Villanueva, Alfredo Carrasco, Ernesto Elorduy, Ricardo Castro, Manuel M. Ponce y Franz Liszt en el Museo d’Orsay. Es un recital con plática, explica el pianista. Es música del porfiriato que va envuelto en un relato que combina una historia familiar con la música de la época. El relato sirve para enmarcar la música en un sentido histórico y emotivo. Hago un relato familiar auténtico de mi familia materna, que era muy musical en el porfiriato, y así al hablar de mi familia hablo de la situación, de la manera de hacer música en las salas de las casas con más frecuencia que en las salas de conciertos, y de cómo la relativa estabilidad fomentó mucho la creación de obras musicales y la formación de músicos.

Finalmente, México cierra con el estreno en Francia de Canciones lunáticas, de Hilda Paredes; Reflejos de la noche, de Mario Lavista, y Por entre el aire oscura, de Jorge Torres Sáenz, de quien también se interpretará la obra Cicatrices de Luz.

De Hilda también se estrena Altazor, sobre un poema de Vicente Huidobro. Es la pieza que le encargó el Festival de Otoño de París y que, al momento de esta entrevista, estaba terminando. Este concierto se realizará el 18 de noviembre a las 20 horas en el Anfiteatro de la Ópera de la Bastilla.