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Tratamos de mostrar los ecos del mundo que nos toca vivir: Eduardo Carrasco

Denunciar la injusticia siempre será la impronta de Quilapayún

Emblemas de la canción latinoamericana, evocarán el 14 de septiembre, en el Metropólitan, a Víctor Jara, quien mantuvo su música y compromiso al lado de importantes luchas libertarias

 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de septiembre de 2011, p. 8

En entrevista con La Jornada, Eduardo Carrasco, fundador de Quilapayún, grupo emblemático de Chile y América Latina, dijo que el concierto que darán el próximo miércoles en el teatro Metropólitan estará dedicado a Víctor Jara, quien primero fue nuestro amigo y director, de 1966 a 1969; a él está dedicado para mantener vivo su legado, a quien la dictadura chilena asesinó el 16 de septiembre de 1973. La segunda parte estará integrada por nuestras canciones más conocidas y composiciones más recientes.

El cantautor chileno Víctor Jara (1932-1973) fue figura simbólica de la canción; mantuvo su música y su compromiso al lado de las más importantes luchas libertarias en las décadas de los 50 y 70 en América Latina y el mundo. Mantuvo una aguda mirada crítica contra las injusticias en el mundo y sostuvo un compromiso social inquebrantable. Sus canciones tomaron las formas del folclor chileno, y al lado de figuras fundamentales, como Violeta Parra, redimensionó con sus temas la forma de concebir e interpretar la música de nuestro continente. El 11 de septiembre de 1973, tras el golpe de Estado de las Fuerzas Armadas chilenas contra el presidente Salvador Allende, fue capturado mientras defendía su fuente de trabajo y el futuro de la democracia chilena. Detenido junto con profesores y alumnos en la Universidad Técnica del Estado, fue conducido al Estadio Nacional de Chile (actualmente estadio Víctor Jara) en Santiago. Ahí fue torturado durante horas, le golperon las manos hasta que se las rompieron y finalmente lo acribillaron, el 16 de septiembre de ese año.

Inspiración de luchas sociales

Para hacer la historia breve, el grupo Quilapayún nació en Santiago de Chile, en julio de 1965; se le vincula con las causas más nobles de América Latina y su canto ha acompañado a varias generaciones. Ha inspirado a innumerables luchadores sociales con su entusiasmo y la fuerza de sus composiciones.

A lo largo de casi 50 años Quilapayún se ha ganado un lugar en la música popular del mundo, no sólo por sus letras, sino por la calidad vocal y sonora que le han dado un sello tanto a su música como a la canción latinoamericana.

Carrasco mencionó que en todos estos años su música ha prevalecido porque por encima de todo hacemos música y canciones tratando de mostrar los ecos del mundo que nos toca vivir, una cosa que nos legó Víctor Jara, además del compromiso con nuestro pueblo latinoamericano. Después hablamos de las injusticias sociales, de los excesos, particularmente ahora, que en varios países de América Latina se ha instalado el liberalismo con consecuencias desastrosas para los más pobres. Denunciar eso siempre será importante para nosotros, como lo fue también para Víctor Jara. La idea de que la canción no puede ser ajena a las injusticias y sufrimiento que viven nuestros pueblos siempre se ha de mantener, le ha dado la impronta a Quilapayún desde sus inicios y nunca vamos a dejar de denunciar.

Sobre la pertinencia de traer su música y su canto a México, sobre todo en estos momentos, dijo: No podemos tener una ambición desmesurada al respecto, puesto que los problemas de México serán resueltos por los mexicanos. Confíamos en que lo harán. Por supuesto que cantar, la poesía y difundir los valores humanistas, esencia del arte, es prioridad para derrotar la violencia y terminar con estas prácticas que han hecho sufrir a nuestros pueblos. Esperamos que México encuentre rápido su camino y nosotros somos ciento por ciento solidarios.

Carrasco recordó que hace ttres años se presentaron en el teatro Metropólitan, con un concierto-homenaje a Salvador Allende. “Tenemos un recuerdo muy hermoso de aquel recital. Ahora evocaremos a Víctor, a dos días de su aniversario luctuoso. Para nosotros, su muerte fue algo horrible, porque fuimos amigos y trabajamos juntos. Habíamos hecho muchos discos, muchas canciones, las cuales cantábamos en las calles, en las manifestaciones. Su muerte fue un golpe terrible. Por este afecto que siempre le tuvimos a Víctor nos hemos dado a la tarea de mantener vigentes sus canciones. De hecho, todos nuestros recitales siempre comienzan con una canción de él.

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En casi 50 años Quilapayún se ha ganado un lugar en la música popular del mundoFoto Ricardo Ramírez Arriola

El año pasado le hicimos un homenaje en Chile, donde estuvo su viuda y algunos grupos emblemáticos de mi país. Fue tan emotivo que ahora lo traemos a México. Vamos a interpretar 10 composiciones de Víctor, para seguir con nuestros temas hasta llegar a la época más reciente. Será un reflejo de nuestros 46 años de trayectoria artística.

Consecuencias del exilio

De entre las creaciones de Víctor Jara que interpretará Quilapayún se encuentra la última, Manifiesto, que logramos sacar de Chile en esos días del golpe militar. Víctor estaba haciendo un disco y pudimos sacar las pistas para grabarlas en España. Los militares buscaron lo que había hecho Víctor para destruirlo. De hecho, acabaron con todas las cintas matrices de sus discos, y de los nuestros también. Felizmente, la mayoría de nuestras grabaciones estaban editadas en diferentes países y pudimos reconstituir ese patrimonio.

Carrasco contó que durante el exilio que sobrevino, después del golpe militar, quedaron diseminados entre Europa y Chile, por lo cual “nos vimos obligados a diversificar y sofisticar nuestro repertorio en función del público europeo; sin embargo, nos encontramos satisfechos de poder presentarnos de nueva cuenta en Chile y acercarnos más al pueblo. Creemos que la vigencia de nuestra música se debe a que siguen existiendo problemas sociales en latinoamérica. Nuestro trabajo ha sido reinterpretado y readaptado por las nuevas generaciones en función de los conflictos actuales. Por ejemplo, El pueblo unido, que ha sido retomada en movimientos libertarios recientes, como en las revoluciones de los pueblos árabes, y Mi patria, que se ha vuelto himno en Chile, a raíz de la reconstrucción que estamos viviendo tras el terremoto acontecido el año pasado”.

Precisaron que una de las fuertes influencias de su música se materializará con el disco que preparan, en el cual participarán músicos de distintos géneros, como Los Tres, Javiera Mena y Pedro Piedra.

Consideró además que Quilapayún, está vigente gracias a la tecnología, pues nuestra obra llega a más gente en distintas partes del mundo.

Además de los miembros originales Eduardo Carrasco, Hernán Gómez, Rubén Escudero, Hugo Lagos, Guillermo García y Fernando Carrasco desde su regreso en 2003 se han incorporado tres jóvenes integrantes: Ismael Oddó, Ricardo Caito Venegas y Sebastián Quezada, hijos de aquellos que iniciaron el proyecto, quienes declararon haberse integrado al grupo por el profundo cariño que desde pequeños tuvieron por estas melodías. “Nuestras canciones de cuna fueron El pueblo unido y Mi patria. Antes de jugar a La guerra de las galaxias tocábamos el tambor y simulábamos cantar como nuestros padres.”

Quilapayún se presentará el próximo 14 de septiembre en el teatro Metropólitan, boletos en Ticketmaster y en las taquillas del inmueble. Precios populares.