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Es de esos hombres que no nos dejan nunca, dijo Manuel Aguilera, embajador de Cuba

Con música y poesía despiden al latinoamericanista Jorge Turner

Para mí no ha muerto y yo aún ando como flotando, manifestó su compañera María Guerra

El intelectual y diplomático recibirá homenajes en Cuba y la UNAM, anuncian

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Asistentes al homenaje que se rindió a Jorge Turner en una agencia funeraria del sur de la ciudadFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de septiembre de 2011, p. 3

Que era un gladiador y que lucharía contra la enfermedad –como lo hizo durante su vida de 88 años– contra las injusticias en América Latina y el mundo, había dicho Jorge Turner vía telefónica a sus parientes en Panamá, días antes de morir el pasado miércoles.

El intelectual, ex embajador, periodista y activista social panameño radicado en México no pensaba morirse aún y se afanaba en sus proyectos, como la escritura de un libro sobre América Latina –que no terminó– para que los jóvenes, decía, conocieran mejor estas tierras y lucharan por su defensa y progreso.

Para mí no ha muerto y yo aún ando como flotando, compartió ayer su compañera de los últimos 25 años, María Guerra, durante un homenaje de despedida en los velatorios del Issste de la avenida San Fernando, en Tlalpan, en la que hubo evocaciones, música y poesía, pues se leyó un texto que ella le escribiera hace varios años y cuya primera estrofa dice:

Miro tu silueta de viejo marinero/ al fondo el mar/ escribes/ dices aquí estoy,/ es cierto/ aquí estamos aún.

Cantos en náhuatl y español

Ahí estuvieron también las hijas de Jorge Turner y los hijos de María, yernos, sobrinos y nietos, y entre ellos una niña y dos jovencitas que le tocaron el violín, la guitarra, la jarana y le cantaron en náhuatl y español.

Estuvieron además alumnos, compañeros y amigos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sobre todo del Centro de Estudios Latinoamericanos (Cela) y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

Y de igual modo, los embajadores de Cuba, Manuel Aguilera, y de Bolivia, Jorge Mansilla, así como la encargada de negocios de Panamá en México, Yadisel Vaña, dirigentes como Arnoldo Martínez Verdugo y Amalia García, ex gobernadora de Zacatecas.

Fue una ceremonia larga, sentida, sincera y con ideas lúcidas sobre la urgencia de unidad entre las fuerzas progresistas y entre los países latinoamericanos, en la que se hizo evidente que sí, que Turner seguirá vivo en la memoria de muchos que abrevan de su conocimiento y compromiso.

Los recuerdos emergen de distintos planos de la realidad y la fantasía y aspiran a vincular a un hombre con los otros, con el mundo y consigo mismo, dijo su hija Clara, quien se las arregló para moderar, leer mensajes de organizaciones internacionales y dar voz a los muchos presentes que quisieron evocarlo, desde las 11 hasta pasadas las 13 horas.

Turner es de esos hombres que no nos dejan nunca, apuntaló el embajador Aguilera, quien recordó que Martí decía que la muerte no es maldad cuando se hace bien la obra de la vida.

El diplomático, quien evocó su pensamiento avanzado, su pluma filosa y su fidelidad a las ideas justas, anunció que se hará en Cuba un homenaje a Turner.

El embajador Mansilla expresó que Turner siempre denunció las bárbaras guerras del imperialismo y previó la crisis del capitalismo en medio de grandes calamidades.

En contraparte, el diplomático boliviano asumió que siempre postularemos un mundo justo y generoso. Y recordó planteamientos de Turner acerca de discutir, pero sin dividirse ni herirse.

El periodista Carlos Fazio –quien lo llamó santo libertario y, a tono con el consenso de que Turner sigue vivo, loco lindo que nos seguirá acompañando por los caminos de la liberación–, compartió:

Estamos congregados para despedir a este revolucionario, marxista crítico, antidogmático, que supo ser martiano, bolivariano, latinoamericanista, anticapitalista, antifascista, antimperialista.

Turner, recapituló Fazio, peleó para hacer de Panamá una República soberana, defendió a Cuba, Nicaragua y a todas las revoluciones del siglo XX, ese siglo suyo, con intransigencia y probidad intelectual a lo largo de toda su vida.

Recordó que, “con lucidez, había venido repitiendo en los últimos años que en el mundo globalizado de nuestros días ninguna nación pobre puede resolver sus problemas por sí sola, aislada de las demás.

Por eso, señalaba como obligatorio la elaboración de plataformas programáticas de integración, basadas en el estudio previo de los intereses comunes de nuestros países, con eje en la justicia social, la redistribución del ingreso y el desarrollo de una hegemonía interna basada en la organización popular.

Distribuidor de semillas e ideas

Ramón O’Neil, independentista del Comité de Solidaridad con Puerto Rico, evocó el apoyo recibido por Turner y planteó que el mejor homenaje que se le puede rendir es emularlo en su latinoamericanismo e internacionalismo.

José María Calderón, del Cela, lo definió como un generoso distribuidor de semillas e ideas y agregó que para Turner América Latina no será libre e independiente de manera plena hasta que Puerto Rico también lo sea y anunció que se le rendirá un homenaje en la UNAM.

También hablaron Teo, esposo de Clara; Raquel, hija de María Guerra; Domingo Turner, su sobrino; y Anayansi Turner, otra de las hijas del intelectual, radicada en Panamá y quien compartió que su padre decía al final que era un gladiador, que luchaba, que quería seguir vivo.

Mencionó varios recuerdos, como las gestiones de Turner con el escritor Gabriel García Márquez para que los exiliados pudieran regresar a Panamá, o la lejanía del padre en el exilio, que no pudo ir a su graduación cuando ella tenía 16 años y que en cambio le envió una carta amorosa en la que le explicaba las complicaciones de su militancia.

Al final sus nietas Lucía, Aymara y Julia tocaron y cantaron para su abuelo, como lo hacían en la sala de su casa. Luego un largo aplauso, un goya y la Internacional cantada en su memoria viva.