Tlalnepantla, Méx., 8 de septiembre. Al menos 700 de las casi 3 mil 800 casas que componen al fraccionamiento Valle Dorado fueron puestas en venta, pues sus dueños están cansados de las continuas inundaciones en la zona, pero calculan que sus propiedades se han devaluado hasta 40 por ciento a partir del 6 de septiembre de 2009, cuando una fractura del Emisor Poniente inundó 3 mil 200 casas y causó la muerte de dos vecinos.

Esta zona es considerada de riesgo, y cuando los vecinos quieren vender sus casas, es muy difícil que alguien quiera comprarlas, afirmó Eduardo Castillo, de la organización vecinal Pro Dignificación de Valle Dorado, surgida después de las inundaciones de 2009.

Dos años después del desastre provocado por la fractura y el posterior desbordamiento del Emisor Poniente –que volvió a afectar la zona a finales del mes pasado–, en portones y enrejados de algunas calles de los fraccionamientos Las Arboledas y Valle Dorado, en los municipios de Atizapán de Zaragoza y Tlalnepantla, respectivamente, hay letreros de corredores inmobiliarios.

Atizapán de Zaragoza y Tlalnepantla forman parte de la cuenca hidrológica del poniente conurbado al Distrito Federal, y por ellos cruzan el Emisor Poniente y el río San Javier, que en los 18 años recientes se ha desbordado en repetidas ocasiones.

Valle Dorado, fundado hace más de 50 años, fue concebido como un fraccionamiento modelo en la periferia del Distrito Federal. La zona es habitada principalmente por profesionales, comerciantes y empresarios. Se calcula que 50 por ciento de los colonos son personas de la tercera edad.