Cultura
Ver día anteriorLunes 5 de septiembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Ambas disciplinas tienen que ver entre sí mucho más de lo que se reconoce, afirma

Filosofía y arte deben encontrarse y establecer un diálogo continuo: Barbaric

El pensador croata participó en el encuentro internacional organizado en San Agustín Etla, Oaxaca

Enviada
Periódico La Jornada
Lunes 5 de septiembre de 2011, p. 9

San Agustín Etla. El filósofo croata Damir Barbaric, autoridad máxima en el tema de Martin Heidegger y su relación con el arte, quien presentó la ponencia Viviendo en la muerte, accedió a conversar con La Jornada en el contexto del simposio internacional Mundo, arte y muerte: Sobre la determinación de Martin Heidegger del lugar del arte moderno en el pensamiento del Ereignis, que se llevó a cabo en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), Etla, Oaxaca.

Sobre la relación filosofía-arte, Barbaric expresa que ésta es cercana, sólo que tienen diferentes modos de aproximarse a las cosas. Sin embargo, hay algo que los une, porque tanto el filósofo como el artista trabajan con base en el pensamiento. Si en vez de considerar la filosofía como campo académico, sino a partir de su naturaleza verdadera, que es reflejar el ser total, mientras por otro lado el arte no sólo se toma como un placer para las personas que gustan de consumirlo, entonces ambas disciplinas deben buscar una manera de encontrarse y establecer un diálogo continuo. En los 30 o 40 años recientes se observa que el diálogo entre filosofía y arte se ha vuelto más y más intenso, aunque eso no significa que dicho diálogo sea una conversación real.

Compañeros de diálogo

–¿Esto funciona más bien a nivel de los filósofos hacia los artistas y no viceversa?

–Tal vez ésa es la impresión que se da; sin embargo, todo verdadero artista, tanto en el pasado, como en el presente, se entiende como un pensador o tiene que entenderse así. Es probable que algunos de los grandes artistas consideren a la filosofía como estéril y académica; no obstante, en cuanto entran en contacto con ella se dan cuenta de que es una compañera para el diálogo. Hoy día los mejores arquitectos, pintores, escultores y músicos no tienen miedo al estilo; en cambio avanzan al mismo paso de la filosofía viviente.

–¿Los artistas deben profesar una filosofía o teoría en que basar su obra?

–El artista no debe tener una filosofía hecha en que basar su trabajo, pero eso también se aplica al filósofo. Mientras uno piense e investigue, está vivo. Ambos están a la búsqueda, y si algo surge en el camino y se concreta, es el momento de formularlo. En fin, para mí la filosofía tiene mucho más que ver con el arte que por lo general se reconoce.

–¿Qué pasa con los artistas exitosos que dejan de investigar?

–Aquí hay dos puntos que ver. Si el artista tiene cierto estilo, que es suyo, eso no excluye que dentro de ese marco pueda seguir descubriendo, porque no es estéril, sino viviente. Por otro lado, debido a la fuerte influencia del mercado del arte, existe la tentación, para el artista que en efecto tiene cierto estilo mediante el cual es reconocido, a seguir en esa dirección. Sin embargo, casi todos los grandes artistas a lo largo de la historia fueron suficientemente fuertes para apartarse de las fuerzas del mercado y seguir su camino.

Foto
Grandes artistas a lo largo de la historia fueron suficientemente fuertes para apartarse de las fuerzas del mercado y seguir su camino, afirmó Damir Barbaric en entrevistaFoto Ezequiel Leyva

–En cuanto al simposio, ¿cuál es la relevancia de discutir la relación entre Heidegger y Paul Klee?

–Porque es un hecho que para Klee, Heidegger fue un artista relevante y que incluso su pensamiento tardío se desarrolló de cierta manera en diálogo con el arte del primero.

–¿La filosofía de Heidegger cambió después de conocer el arte de Klee, en 1936?

–Contestar esta pregunta es muy difícil, pero para mí el modo de pensar de Heidegger se hubiera ido en esta dirección incluso si no se hubiera encontrado con Klee. Heidegger era de la opinión de que todo arte se podía agrupar dentro de la poesía. Por eso pienso que hubiera llegado allí sin Klee, porque Heidegger estaba fuertemente enfocado en el lenguaje.

Por esa razón lo que se concluya en el simposio es tan importante y fructífero, porque tratamos puntos de la filosofía heideggeriana que se desprenden de su diálogo con Klee que él mismo no ha desarrollado, pero que retomamos, y luego, si tenemos suerte, podemos desarrollar ahora.

–¿Cuál es la influencia de Klee en el arte del siglo XX?

–En general nadie discutirá que Klee tuvo una influencia tremenda en Europa y Estados Unidos; ahora el diálogo comienza con el mundo. Tal vez Klee, más que cualquier otro artista, reveló para nosotros que la pintura está relacionada con la música. Klee era músico, tocaba muy bien el violín. Aunque la música sólo fue un tema para él, hoy día se vuelve más claro que la construcción de sus obras se basa en el ritmo.

En los últimos 20 o 30 años también se ha vuelto evidente que la filosofía de Nietzsche asimismo lleva un ritmo que se relaciona con la música. De modo que esta sensación profunda de apertura de Klee hacia la música es clara. Que el arte y los artistas, la filosofía y los filósofos, ambos se basan en el movimiento y lo viviente, en un elemento básico del pensamiento.

–¿Qué predijo Klee en cuanto al arte del siglo XX y el futuro?

–Que el artista tiene que dejar atrás la existencia de lo temeroso al ser atado a la tierra, ya que tiene que liberar y elevarse, tratar de colocarse en un punto cósmico desde el que uno puede tener una relación con el ser de manera libre y lúdica. Después tal vez los demás podríamos seguirlo.