Sociedad y Justicia
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Los que lo elaboraron no saben la problemática real que se vive en los salones, señalan

Cuestionan docentes el Marco para la Convivencia
 
Periódico La Jornada
Domingo 28 de agosto de 2011, p. 33

Profesores de educación básica en el Distrito Federal aseguraron que la aplicación del llamado Marco para la Convivencia, que regula y sanciona 137 conductas inaceptables en el interior de escuelas de prescolar, primaria y secundaria de la capital el país, está no sólo alejada de la realidad en el aula, sino del contexto en que se desarrollan los alumnos, pues no es con una disciplina militar ni religiosa como se formarán en valores como la democracia, el respeto al otro y la dignidad.

Francisco Bravo, secretario general del magisterio disidente de la sección 9 del SNTE, agregó que el documento sólo se ha filtrado a jefes de sector, inspectores y algunos directores, pues no hay forma de que se aplique una propuesta que busca controlar cómo se comporta, come o habla un alumno, sin que exista una evidente protesta de padres de familia y maestros.

Luego de considerar absurda la iniciativa propuesta por la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal (AFSEDF) indicó que es evidente que su elaboración fue responsabilidad de quienes nunca han pisado una escuela y que no saben la problemática real que se vive en los salones, las dificultades sociales que tenemos, los niños desnutridos, la descomposición social, los hogares desintegrados, todo este tipo de situaciones, pues ellos parten de condiciones falsas, porque no las conocen.

Agregó que en caso de aplicarse el llamado Marco de Convivencia en las escuelas públicas del DF, que incluye estándares de conducta, la aplicación de una carta de derechos de alumnas y alumnos, así como de acuerdos para la convivencia y la corresponsabilidad de padres de familia, se podrían violar los derechos de los alumnos, por el simple hecho de que se le obliga a firmar una carta en la escuela, lo que es anticonstitucional, pero también atenta contra los derechos y dignidad de los niños.

En entrevista por separado, Pedro Ramírez Vázquez, dirigente del magisterio democrático de la sección 36 del estado de México, enfatizó que con esta propuesta las autoridades educativas insisten en que toda la educación pública está mal. Todo lo que se hace en el aula no funciona, y creen que lograrán la calidad si imponen medidas de disciplina arbitrarias que sólo buscan controlar al alumno bajo un esquema de coerción.

Explicó que en las escuelas públicas llevamos años sin marcos ni reglamentos específicos para regular la disciplina, cuyas estrategias han quedado a discreción de cada escuela, pero siempre bajo una regla clara: no expulsar al alumno bajo ninguna circunstancia.

Esta situación, indicó ha generado que en casos graves no se pueda canalizar al estudiante a instancias donde reciba ayuda profesional que no podemos ofrecer en el salón de clases, pero con este marco de convivencia tampoco se resuelve esta problemática.

Por su parte, Mario Leyva, integrante del magisterio disidente de la sección 10 del DF, que agrupa a más de 60 mil docentes de secundaria, destacó que son muy pocas las posibilidades de que con la aplicación de estándares de conducta y acuerdos de corresponsabilidad podamos resolver los graves problemas de disciplina en las escuelas, que son resultado de un contexto social de pobreza, violencia e inseguridad.