Mundo
Ver día anteriorLunes 15 de agosto de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Se impone en las primarias con 50.10%; Ricardo Alfonsín, en segundo lugar con 12.83%

Cristina Fernández, favorita para contender por la presidencia de Argentina en octubre

Por primera vez los aspirantes son elegidos por ciudadanos y no por los aparatos de partidos

Foto
Cristina Fernández de Kirchner, del gobernante Frente para la Victoria, y Ricardo Alfonsín, de la Unión Cívica Radical, fueron los más votados en las elecciones primarias de ayer en Argentina para elegir a los aspirantes que contenderán en los comicios generales de octubre próximoFoto Xinhua y Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 15 de agosto de 2011, p. 29

Buenos Aires, 14 de agosto. La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, del gobernante Frente para la Victoria (FpV), se imponía en los primeros recuentos oficiales con 50.10 por ciento de los votos en todo el país en las primeras elecciones primarias, obligatorias y abiertas (Paso) que definen a los candidatos que competirán en octubre próximo en los comicios presidenciales, con una diferencia de más de 30 puntos porcentuales sobre quien estaría en el segundo lugar, Ricardo Alfonsín, de la Unión Cívica Radical (UCR), aliado en Unión para el Desarrollo Social (Udeso) con sectores de la derecha peronista, con 12.83 por ciento.

Al cierre de esta edición, la presidenta ganaba la capital federal, la provincia de Buenos Aires y las de Santa Fe y Córdoba, los más importantes distritos, como en el resto del país, según los primeros resultados oficiales.

La mandataria agradeció el apoyo recibido esta noche y llamó a la unidad de los argentinos para enfrentar un mundo difícil, poniendo de ejemplo la reciente reunión de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur), que trabaja para profundizar la unidad y defender los avances logrados en la región.

En la provincia de Buenos Aires ganaba el gobernador Daniel Scioli (FpV) por casi 50 por ciento de los votos, con una diferencia de 30 por ciento sobre Francisco de Narváez, del peronismo de derecha, aliado con Alfonsín en ese distrito.

En el tercero y cuarto lugares estaban el ex presidente Eduardo Duhalde, referente de la derecha peronista en el Frente Popular, apoyado por Propuesta Republicana de Mauricio Macri y algunos sectores militares de la pasada dictadura con 12.03 por ciento, y el socialista Hermes Binner, gobernador saliente de la provincia de Santa Fe, candidato presidencial del Frente Amplio Progresista, que ganó recientemente las gubernamentales en ese distrito, conquistó 10.38 por ciento de votos.

Binner, aliado con progresistas de la UCR, los disidentes de Proyecto Sur, que se separaron de Fernando Pino Solanas, e independientes lograba 10.87 por ciento de los votos.

Con un nivel de concurrencia similar al de las elecciones comunes, 70 por ciento de 28 millones 840 mil ciudadanos habilitados votaron por primera vez en estas primarias que abarcaron al país, lo que fue considerado por la presidenta como un hecho histórico que afianza y profundiza la democracia.

Se presentaron diez fórmulas, donde fue evidente la fragmentación de los partidos tradicionales. Por el peronismo, además del Frente para la Victoria, hubo otros dos candidatos de derecha, y los radicales fueron divididos en por lo menos tres fórmulas.

Los cuatro primeros candidatos serán los principales contendientes en octubre próximo, ya que son fórmulas definidas que no podrán aliarse entre sí. De las diez fórmulas quedaron sólo siete que pudieron superar un mínimo de 1.5 por ciento de los votos válidamente emitidos para presentarse el 23 de octubre.

Las sorpresas son este caso Binner, que hizo una buena elección nacional, y Jorge Altamira candidato del Polo Obrero, unido en un Frente de Izquierda con Christian Castillo, del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), que logró superar el 1.5 por ciento del límite impuesto (2.52 por ciento).

Proyecto Sur, de Solanas, no logró superar ese límite y quedó fuera de las presidenciales de octubre.

Por otra parte, Elisa Carrió, de Coalición Cívica, que aspira por tercera vez a la presidencia, se colocó en un lugar muy lejano y en los primeros datos alcanzaba poco más de 3 por ciento de los votos.

Además de candidatos a presidentes y vicepresidentes se eligieron candidatos a senadores nacionales en ocho provincias: Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz. Y también en algunas, como la de Buenos Aires, coincidieron con las primarias abiertas nacionales en la elección de gobernadores.

Estamos asistiendo a la reforma política más importante desde el 83 a la fecha, un salto cualitativo en materia de calidad institucional impresionante, dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

También destacó otro hecho clave. No sé si recuerdan otra elección donde todos los partidos políticos, pequeños y grandes, todos los candidatos tengan determinado o no patrimonio, pudieron haber accedido a los medios audiovisuales como lo han hecho ahora.

El espacio cedido por el Estado no dejó fuera a ninguna de las fórmulas, instalando una equidad que no existía antes, cuando quien tenía más dinero tenía más espacios de publicidad.

La mandataria lo atribuyó a la existencia de la Ley de Medios y la reforma política, que han permitido la posibilidad de que todos los partidos, hasta los más pequeños, tuvieran la misma oportunidad.

Una buena mayoría de analistas coinciden en que esto llevará a la cohesión de fuerzas. Un ejemplo evidente es la izquierda, que se presenta siempre fragmentada en diversas listas, que suelen no superar 0.1 por ciento. Otros son críticos de esta medida.

El proyecto oficial fue votado en el Congreso y se conformó en ley. Se considera que estas primarias sumarán más legitimidad a la representación que tienen los candidatos, porque los eligen los ciudadanos y no los aparatos de los partidos. Otro punto importante es que empuja a la reagrupación y cohesión de las fuerzas políticas.

El politólogo Miguel De Luca analizó que las elecciones Paso intentan frenar este proceso de la división en los partidos, ya que al abrir la participación el peso del aparato se reduce. Además sostuvo que tiene otros efectos positivos contra la fragmentación y ayudará a frenar la balcanización que sufre nuestro sistema político, y se vuelve a dar peso nacional a los partidos.