Vivo de milagro, con una hija que me apoya en lo que puede, afirma el ex policía José Valentín García, de 73 años de edad, quien es uno de los dos agentes viales que desde hace una semana protestan en la avenida Juárez por diversos abusos laborales y de autoridad en la corporación.

Junto con Valentín García protesta también José Pérez López, de 56 años, quien este domingo cumplió siete días en huelga de hambre, en protesta por lo que denuncian como prácticas corruptas en la policía capitalina.

Sentado en una banca cercana a la escultura de El Caballito, García relata que en 1992, por venganza de uno de sus jefes, fue falsamente acusado de abuso de autoridad, luego de que se atrevió a detener a un personaje influyente que viajaba a exceso de velocidad.

A raíz de ese problema se le dio de baja de la policía capitalina, pero fue hasta 2002 cuando recibió en su domicilio la notificación oficial.

El ex motociclista, aquejado actualmente de varias enfermedades y sin acceso a servicios de atención para los adultos mayores, afirma que ha ganado en los tribunales los juicios para anular dicha baja, y para la restitución de sus derechos, pero que las autoridades nunca han hecho caso, y que él está insistiendo en que se le indemnice y se le otorgue una pensión.

El ex policía narra que no ha podido tener acceso a los servicios de atención a los adultos mayores, aunque los ha solicitado al Instituto de Adultos Mayores del gobierno capitalino, en las delegaciones Iztapalapa y Venustiano Carranza, delegación esta última a donde hace más de un año cambió su domicilio.

Aficionado al canto, recuerda que en el medio policial se le conocía como el Pedro Infante de la brigada de potros (motociclistas).

Por su parte, José Pérez López, quien era subinspector en la SSP-DF, dijo que fue destituido porque desde 2009 ha denunciado la corrupción en el trato hacia los policías por parte de sus superiores, como es la entrega de cuotas, que alcanzan hasta 5 mil pesos por persona.

Actualmente, explica, no recibo salario; estoy destituido después de 35 años de servicio, después de ser un policía honesto que he dedicado mi vida a dar seguridad a la ciudadanía.