Espectáculos
Ver día anteriorDomingo 7 de agosto de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Isabel Cristina Cadavid, protagonista de Sin tetas no hay paraíso

“Las jóvenes que se relacionan con narcos terminan mal”

Colombia ha cambiado; me dicen que en México matan gente, expresa

Foto
Escena de la historia colombiana que se presentó en México el jueves pasado
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de agosto de 2011, p. 8

“El paraíso es el equilibrio familiar y no creo que la fijación de los narcos por las mujeres de pechos grandes también se dé entre los empresarios y los políticos”, expresó la actriz colombiana Isabel Cristina Cadavid, de Cali, quien interpreta a Catalina en la película Sin tetas no hay paraíso, escrita y dirigida por Gustavo Bolívar, que se estrenó este viernes en México.

La caleña, quien llegó al país para promover esta cinta con una historia de narcos, añadió que decidió que le implantaran pechos más grandes porque su talla era cero, lo cual bajaba su autoestima.

La sinopsis de la cinta es: una niña de un barrio de Pereira, Catalina (Isabel Cristina Cadavid) vive frustrada por tener los pechos pequeños y no ser como el resto de las jóvenes de su cuadra, quienes reciben dinero del narco a cambio de favores sexuales. Con la ayuda de Yésica (Linda Baldrich), la madrota del barrio, Catalina comienza a ir a fiestas para conocer a narcotraficantes. Así, se relaciona con El Titi (Ramiro Meneses), quien la desprecia por tener las tetas pequeñas. A partir de ese momento, ella dedicará su vida a conseguir dinero, colocarse implantes y así ser deseada por los narcotraficantes.

En conferencia de prensa, el jueves en Cinemex WTC, la actriz expresó: Yo tenía el perfil para el papel, de acuerdo con la historia; esperaron a que cumpliera la mayoría de edad para que pudiera hacerme la operación. Yo quería hacérmela desde que tenía 15 años, pero mi papá no me dejaba. Esperé hasta los 18 porque me enteré que necesitaban una niña que quisera actuar y que la operaran. La escena respectiva en la cinta es cruda. Se ha dicho que es para que las jovencitas sepan a lo que se exponen.

Agregó: “Creo que las series sobre el narco, al igual que esta película, buscan provocar una reflexión, sobre todo en las niñas que piensan que por tener los pechos grandes van a conquistar todo. Las que se relacionan con narcos terminan mal: en la cárcel, o muertas.”

Expuso que ha sido tan bien recibida en México y que le gustaría quedarse para trabajar.

En torno a otras versiones de esta historia, dijo: En la mía está todo. A los 15 años ya estaba caderona, pero arriba no tenía nada. ¡Era talla cero! Me operé para darle más armonía a mi cuerpo y estoy contenta. No tuve ninguna complicación posoperatoria. Tengo amigas que se han hecho esta cirugía y me dicen que les duele la espalda. Ya me voy a quedar así. Si hubiera tenido algo de pechos me hubiera quedado así, porque me gusta lo natural. Ahora me siento más segura y me he preparado y estudiado.

Sobre las jóvenes que se mezclan con el narco, dijo que están en una onda que no está bien. Piensan que por algo tan superficial van a tenerlo todo y no es así. En Colombia, en Cali y Medellín, es donde más se ve esto. La que no tiene cirugía no es de Cali.

Para ella el medio de los narcos es “pesadísimo. No estoy de acuerdo con la legalización de las drogas, para nada. Insisto: quienes se relacionan con los narcos no acaban nada bien. Hay ignorancia, también, pero el mensaje es claro: nunca eso acaba en nada bueno.”

Estudia periodismo y consideró que la mujer que se obsesiona por operarse los pechos lo hace “porque lo hace, tarde o temprano; es un capricho de las caleñas. Me propusieron, recién acabada la película, hacer un desnudo en una revista y no lo hice porque ahí sí hubiera sido Isabel Cristina, y no Catalina. ¡Qué pensaría mi papá!”

–¿Qué es el paraíso para usted?

–Es un equilibrio de trabajo, de familia, de un éxito, pero bien logrado. Todo mi paraíso está en mi corazón.

Explicó que para hacer bien las escenas en las cuales debía llorar se acordaba de su abuela para que le llegara el sentimiento. Soy una actriz natural.

No le gustaría llegar a ser un símbolo sexual, contestó tajante. Para el papel de Catalina hizo un trabajo de campo consistente en observar el comportamiento y manera de caminar de las prostitutas. Aparte, nos pusieron un profesor para analizar cada escena. La más difícil fue la de la violación. Eso es muy duro y lo sentí tan fuerte que casi me sentí violada. Tardé 15 minutos para salir de ahí.

Hoy, precisó, Colombia ha cambiado porque las personas se han dado cuenta de lo que implica el narco. “Los narcos son como muy exagerados en eso de los pechos grandes, y no creo que un político o un empresario sean lo mismo, en ese aspecto.

Repito que Colombia ha cambiado. Me dicen que en México diario matan gente.