Directivos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) realizaron un recorrido por el nuevo edificio del Senado y concluyeron que no se ha cumplido con las observaciones que formularon a fin de que las personas con discapacidad puedan circular con seguridad por ese inmueble, localizado en Paseo de la Reforma.

En el recorrido, que duró cerca de dos horas, participó el secretario de servicios administrativos del Senado, Rodolfo Noble, quien precisó que aún no pueden realizar cambios estructurales de fondo, debido a que el fideicomiso que tuvo a su cargo la construcción y equipamiento de la nueva sede no les ha entregado la obra completa.

Noble reveló que los dos restaurantes que operarán en el edificio serán concesionados por adjudicación directa, pero revocable. Rechazó la versión de que se haya optado ya por Sanborns y La Mansión.

Precisó que hay media docena de empresas interesadas y se trata de empresarios valientes, ya que son restaurantes que no abrirán sábados ni domingos, y durante los recesos legislativos tendrán pocos clientes.

En tanto, la directora adjunta de quejas y reclamaciones del Conapred, Hilda Téllez, así como Federico Fleischmann, de la organización Acceso Libre, cuestionaron que en lugar de cumplir con las recomendaciones que se le formularon, el Senado sólo puso parches, es decir, rampas de acceso para sillas de ruedas, en lugares incorrectos.

Laura Bermejo, también de Acceso Libre, criticó que en medio de las escalinatas principales del Senado se colocó una plataforma para sillas de ruedas, cuando lo correcto era que ese elevador se hubiera adosado a uno de los muros laterales que sostienen el salón de sesiones.

El jefe de verificación del Conapred, Mario Antonio Hernández, pidió que haya sensibilidad y se tomen en cuenta las necesidades de los discapacitados.