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Inauguran en el Museo del Estanquillo una exposición sobre esa ideología en México

Contrastan las miradas de Diego Rivera y Carlos Monsiváis alrededor del fascismo

Incluye 274 obras, entre grabado, fotografía y libros, la mayoría coleccionadas por el cronista

Foto
El refugio de Hitler, ruinas de la Cancillería de Berlín, 1956, óleo de Diego Rivera incluido en la exposición, la obra pertenece a un coleccionista privado, cuyo préstamo al Museo del Estanquillo fue gestionado por la Galería Arvil
 
Periódico La Jornada
Viernes 5 de agosto de 2011, p. 6

El refugio de Hitler, ruinas de la Cancillería de Berlín (1956), cuadro pintado por Diego Rivera –quien rumbo a la Unión Soviética pasó por la capital alemana, donde vio lo que quedó del búnker del Führer–, dio pie a la muestra Dos miradas al fascismo: Diego Rivera y Carlos Monsiváis.

La exposición, que reúne 274 piezas, entre grabado, fotografía, revistas, libros, videos y documentos, que apunta a ser la primera muestra sobre esa ideología y movimiento político en México, se inauguró anoche en el Museo del Estanquillo/Colecciones Carlos Monsiváis (Isabel la Católica 26, Centro Histórico).

La mayoría de esas obras fueron coleccionadas por el cronista a lo largo de su vida, aunque también aportan piezas el Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista, así como particulares.

Facilitado por Armando Colina y Víctor Acuña, directores de la Galería Arvil, coorganizadora de Dos miradas... , el óleo El refugio... fue la pieza central de una exhibición montada en noviembre pasado en el Centro Cultural Casa Vallarta, en Guadalajara.

Para la muestra del Estanquillo, el curador Rafael Barajas, El Fisgón, realizó una investigación más profunda sobre una parte de la historia de México poco conocida: las luchas fascistas y antifascistas que hubo aquí en los años 30 y 40 del siglo pasado.

Al respecto, Moisés Rosas, director del Estanquillo, manifestó que ese capítulo del acontecer mexicano fue de mucha relevancia política, ya que gran parte de la historia del país se definió a partir de esas luchas.

Barajas, quien llegó a vislumbrar la exposición con Monsiváis (1938-2010), reiteró que Dos miradas... versa sobre una etapa clave de la historia de México, en la que, además, jugaron un papel relevante los pintores, grabadores y escritores. Su carácter nos permite hacer una revisión de lo que fue la gráfica de compromiso en México.

No obstante que el momento en cuestión está “más bien soterrado, nos ha definido como nación. Se suele olvidar que en México el fascismo tuvo muchos simpatizantes y que hubo formaciones de derecha radical que simpatizaron a veces con el franquismo, a veces con el nazismo directamente, que hubo caudillos relevantes que hicieron movimiento de derecha radical que buscaban un acercamiento a la extrema derecha europea de aquel entonces.

“Eso forma parte de nuestro pasado, un pasado que no quisiéramos recordar pero que allí está. Se nos olvida que en México hubo, al igual que en el resto del mundo, intelectuales como José Vasconcelos, así como el pintor Gerardo Murillo, Dr. Atl y grupos de periodistas, que simpatizaron con el fascismo. Esto fue parte de un debate intelectual intenso que hemos tratado de reconstruir a partir de documentos de época, muchos de los cuales tienen calidad gráfica extraordinaria.

Volantes, carteles y grabados hechos por los artistas de la época, por integrantes del Taller de Gráfica Popular. Tenemos, por ejemplo, volantes en los que se denuncia la represión de la agrupación antisemita Acción Revolucionaria Mexicanista, mejor conocida como las camisas doradas, adornados con espléndidos grabados de Leopoldo Méndez y Alfredo Zalce, entre otros.