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Verónica Bujeiro reúne en un libro dos obras en las que refleja nuestra idiosincrasia

Explora dramaturga la lucha por el poder en México y cómo la sociedad está en vilo

El montaje de su pieza Nada es para siempre se presenta en el teatro El Milagro

Foto
Verónica Bujeiro durante la entrevistaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Jueves 4 de agosto de 2011, p. 4

Desde el humor negro, la dramaturga Verónica Bujeiro explora la lucha por el poder y cómo la sociedad mexicana vive colgada de un hilo en su más reciente libro Nada es para siempre.

El volumen publicado por el Fondo Editorial Tierra Adentro, el cual fue presentado hace unos días, reúne dos obras dramáticas que abordan la circunstancia política del país a partir de 2006 y el desaliento por el que pasamos durante los años recientes.

Las dos piezas reflejan la idiosincrasia del mexicano que siempre espera un futuro mejor, porque aquí nada es para siempre, así que vive en un consuelo aparente.

Un espejo de lo que vivimos

El libro comienza con la obra Nada es para siempre, en la que a través de tres familias: los Villanueva, Villavieja y Villaposible representa las elecciones de 2006 y alude a la lucha por el poder que mantienen los políticos, mientras el pueblo aparece fuera de escena, como mero espectador.

En opinión de Bujeiro, el grupo en el poder tiene a la sociedad alejada y controlada, sube los precios a varios productos, los impuestos y la actitud de las personas es de pasividad absoluta, situación que, dice, se debe al miedo que infunde el gobierno y que se extiende mediante la coacción violenta.

En esa historia las tres familias pelean por una casa vieja y maltratada, se habla de un fraude y descubren un cadáver, mientras los hijos aguardan afuera, ajenos a lo que sucede.

Bujeiro explica que su obra es un espejo de lo vivimos, la cual está dirigida a los Villasentados, que somos la sociedad.

Muestra el absurdo, la incongruencia y la pervivencia de nuestras miserias. El texto hace alusión a las grandes empresas que tienen un lugar especial dentro de la casa de los Villanueva, como la Cola y el Mal Mart. Asimismo, presenta una serie de diálogos sobre qué es funcional en un hogar.

En Nada es para siempre se confronta a los personajes con sus prejuicios, miedos y mezquindades. Al final, son incapaces de enfrentar la realidad de una sociedad presa del hartazgo.

La compañía Cardumen Teatro, con dirección de Ginés Cruz, presenta la obra de Bujeiro en El Milagro (Milán 24, colonia Juárez), con funciones lunes y martes a las 20:30 horas hasta el 9 de agosto.

Asimismo, Me falta el aire: obra para marionetas o seres humanos que gusten de vivir colgados de un hilo es el segundo texto incluido en el volumen. En éste, la autora se refiere al partido que estuvo muchos años en el poder, fue expulsado y ahora intenta regresar.

Los personajes son Selva Antier, líder de los trabajadores de la Reducación, monumento a la cirugía plástica clandestina y honorable maestra; Moretón Mormado, líder de la séptima rencarnación del Partido de la Revolución Indireccional; y dos buitres en avanzado estado de desnutrición.

Bujeiro aclara que el estilo de los personajes fue tomado de los cartones políticos, como sucede con Nada es para siempre.

En Me falta el aire, plantea de nuevo esa obsesión por el poder y los mecanismos que utilizan los personajes para recuperarlo. También describe lo terrible que sería si este monstruo regresa al poder, quizá con otro rostro o nombre, pero con la misma ambición.